lunes, 25 de febrero de 2013

“Tareas para la implantación de un Frente Guerrillero en la Argentina”. Notas para la discusión de un documento del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Argentina. 1968.

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La Guerra no se emprende para castigar al oponente por sus faltas presuntas o reales, sino para quebrar su resistencia que se erige contra los propios intereses. Franz Mehring[1]

El tema de la violencia política en la Argentina actual sigue siendo un tema muy discutido y que encierra todavía muchas potencialidades para llegar a su núcleo racional. Muchos son los intentos desde la literatura, las historias de vida, revistas y, en menor medida, desde el ámbito académico[2]. Este trabajo pretende avanzar sólo sobre un aspecto de una investigación más amplia sobre los orígenes de la lucha armada como forma política en la Argentina, que ponga en evidencia los principales nudos teóricos y prácticos de este tipo de forma concreta de la acción. Para eso el camino elegido pretende dar cuenta del desarrollo de una organización política en particular denominada Ejercito de Liberación Nacional (En adelante, ELN). Sintomáticamente al embrionario conocimiento del uso de la violencia en la política en la década de los sesenta, el ELN es todavía una organización parcialmente desconocida. Según la hipótesis sostenida en este trabajo, dicha organización cumplió un rol central en el proceso de génesis, desarrollo, y discusión política respecto al carácter de la estrategia de lucha armada en la Argentina. El documento presentado en el anexo, denominado Tareas para la implantación de un Frente Guerrillero en la Argentina (en adelante Tareas…) corresponde al único documento de esta organización que se tiene conocimiento de su existencia hasta hoy[3].
Entiendo que este documento debe ser estrictamente leído en el contexto político de los sesenta del cual justamente es expresión plena. Destaco este carácter contextual en el que debe ser inmerso todo documento y que, en este trabajo sintético, hago explicita abstracción. La revolución cubana en conjunto con el desarrollo de la propia lucha de clases regional, en que la Argentina se encontraba, caracteriza un período de avance en el enfrentamiento directo de la relación antagónica entre capital y trabajo.  La discusión respecto a la potencia que esta línea política encerraba en esa situación, pone en debate la realización de ese camino, de significativa impronta sobre los caminos divergentes que caracterizan el momento político actual.
Tareas…, presumiblemente escrito a principios de 1968[4], contiene una discusión significativa respecto de la estrategia política en la apertura de un frente guerrillero en Argentina.  Este texto pone en evidencia el carácter de continuidad del proyecto político de Ernesto Guevara en Argentina a través del ELN con una dirección regional[5]. Entiendo que el documento analizado a continuación es un indicador relevante de la fuerza política de la organización, desde 1968 hasta comienzos de 1970, no sólo por el carácter de continuidad con el proyecto político de Guevara sino por los grupos de militantes involucrados en este proyecto, su accionar, propuestas, vínculos con otros grupos, así como su devenir en otras organizaciones en la siguiente década. Estos puntos no serán desarrollados en este trabajo aunque sí forman parte de un trabajo de investigación  más amplio.
Paradójicamente al silencio actual respecto a esta organización, la mención a los grupos de apoyo al Che Guevara, y al ELN mismo, ha sido recurrente en trabajos de investigadores y relatos biográficos de militantes[6]. La bibliografía vinculada a la defensa de los intereses representados por la dictadura, o que podríamos denominar de manera general de “derecha”, también se ha hecho eco de la mención a esta organización[7]. En parte basados en supuestos informes de inteligencia, nunca del todo revelados sus orígenes[8], esta exposición sistemática parece obedecer a reforzar el argumento respecto a la extranjerización del proceso de estrategia revolucionaria que empezaba a encarnarse en Argentina. Concretamente a sobredimensionar la participación cubana en el apoyo, financiación, estructura y,  fundamentalmente, dirección de la estrategia de lucha armada. En discordancia con esta interpretación, el documento analizado a continuación, Tareas…, sustenta la hipótesis del carácter específico regional del proyecto.
El carácter de ser el único documento conocido hasta el momento se debe centralmente al carácter clandestino estricto de sus actividades, donde la seguridad era uno de los ejes. Este documento lo destaca como aspecto principal de su accionar. Las entrevistas a participantes directos, ante la ausencia de documentos propios de la organización, cumplen un rol central para posteriores conclusiones. El material escrito sobre el periodo ofrece sólo una referencia general secundaria, ya que la clandestinidad señalada y, por tanto, el secreto en la participación en el ELN dificulta disponer de material objetivo de otro tipo que no sea las entrevistas directas a participantes[9], o el registro escrito en memorias por parte de algunos de ellos. De ahí la relevancia de Tareas… para el estudio, análisis y evaluación del proyecto del ELN.
Tareas… es un documento que surge de uno de los legajos del archivo de la ex DIPBA (Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires) a cargo de la Comisión Provincial de la Memoria. Al no ser un documento público del ELN y provenir de los archivos de inteligencia de la policía provincial realizaré, primero, una breve descripción y evaluación de la fuente documental[10]. En segundo lugar voy a destacar los puntos centrales del documento, señalando las cuestiones críticas que merecen una discusión más amplia. Y por último realizaré un conclusión general de cuáles serían los próximos pasos en el trabajo de investigación del ELN.

I.
 Los legajos que componen el archivo de la ex DIPBA[11] tienen diversas procedencias todas relacionadas a tareas de inteligencia de la Policía provincial como a otros organismos afines relacionados. “La información ingresaba al archivo sin formato determinado: tanto podía ser una fotocopia de una solicitada como un pedido de otra unidad de inteligencia”[12]. Aparentemente el trabajo de lectura e indexación era efectuado “por personas con un rango relativamente bajo dentro del organismo”[13]. El archivo, como lo define Olmo[14], tiene un carácter hibrido de información burocrática y clandestina. “La documentación con la que cuenta el archivo DIPBA, provenía del “trabajo de campo” realizado por los agentes de las comunas bonaerenses”[15]. Este “trabajo de campo” o actividad clandestina de las fuerzas de seguridad son la base del archivo considerado en este trabajo. Este es el caso de Tareas… que claramente surge de la requisa realizada después de un allanamiento a un domicilio vinculado a la organización. El archivo corresponde a la referencia N° 15391, Mesa Ds. Varios, Legajo N°110, que contiene todos los documentos archivados por la DIPBA relacionados al asalto del Banco Provincia de Buenos Aires en su sucursal de Quilmes realizado el 10 de Agosto de 1969[16]. El legajo explícitamente menciona que el material “es producto de la explotación e inteligencia de material secuestrado en circunstancias del asalto al Banco de la Provincia de Buenos Aires –Sucursal Quilmes- el día 10 de agosto de 1969.”[17]. Este documento forma parte de las reuniones de la Comunidad Informativa, “una suerte de clearing de inteligencia que articulaba el trabajo de Dirección de Inteligencia con el de otros archivos afines”[18]. En concreto los informados por esta Comunidad fueron los jefes de SIDE (Servicio de Inteligencia del Estado), SIN (Servicio de Inteligencia Naval), SIE (Servicio de Inteligencia del Ejercito), SIA (Servicio de Inteligencia Aeronáutico), Coordinación Federal, Cdo. de operaciones, y DIM 101 (Dirección de Inteligencia Militar 101). Esta circulación de información pone de manera explícita el conocimiento general, por lo menos para este caso (aunque parece ser algo generalizado) de por lo menos todas las direcciones de inteligencia, más allá de su posible coordinación operativa.  Concretamente para el caso, el legajo contiene información de documentos de discusión de varias organizaciones, gráficos de contactos aparentemente realizados por la DIPBA, resúmenes de los materiales secuestrados realizados por alguien de la fuerza para el “Jefe de servicio”, entre otros[19].
Sin embargo el problema mayor de esta fuente documental está dado por el hecho de que sea producto de las tareas de inteligencia de la policía. Cabe la pregunta que Mauricio Chama realiza, respecto a la veracidad de la fuente y la credibilidad de los datos. A diferencia de otros datos que surgen de los Archivos de la DIPBA sobre la base de posibles delaciones, este documento, Tareas…, reúne la característica de ser un documento político propio de la organización de la cual es parte este trabajo (ELN). Esto hace disminuir el carácter de cuestionamiento respecto a su veracidad, así como la sobredimensión de su capacidad explicativa Por eso la discusión del contenido, la fuerza argumentativa y conceptual del documento en base al chequeo con otras fuentes de información, como en este caso las entrevistas a “informantes claves”[20], y el relevamiento en bibliografía de carácter secundario en relación al problema, otorgan una valoración positiva respecto al carácter original que este documento contiene, sin disminuir la actitud metodológica esperable de “vigilancia epistemológica” señalada por Bourdie, Chamboredon y Passeron[21] consistente en el examen permanente sobre la base a una operación de reflexión metodológica y conceptual continúa.
II.
Más allá que dejé a consideración del lector la evaluación propia del documento señalaré algunos aspectos principales, a modo de notas, que destaquen los nudos argumentativos que puedan ayudar a poner en discusión sus puntos centrales.
Estrictamente Tareas… se propone enumerar los elementos concretos que debe tener la organización tendiente a desarrollar un futuro frente guerrillero en Argentina. A diferencia de las argumentaciones políticas más usuales, donde se avanza de lo general a lo particular, Tareas… realiza el camino expositivo inverso. Señala los elementos necesarios en el avance en la implantación del frente guerrillero en Argentina, para finalmente argumentar la posición política sobre la que se sostiene la necesidad de construir una coordinación unificada de las acciones en Bolivia[22], donde los posibles futuros frentes en territorio argentino serían un elemento más de esta estrategia política.
La importancia de una red urbana como estructura orgánica, no numerosa, y totalmente clandestina, está señalada desde el comienzo del documento. Las tareas que esta “estructura orgánica” irá desarrollando para la construcción de un aparato nacional son: 1) Acoplamiento y provisión de medios; 2) construcción de los aparatos de servicios. 3) Realizar acciones de características políticas; 4) Provisión de cuadros; 5) Ruptura del cerco político. Es importante destacar que no se señala el “crear” conciencia, como usualmente suele caricaturizarse la explicación respecto a la creación de frentes guerrilleros. El planteo es totalmente matizado a través de “contribuir” a elevar la conciencia, crear el clima de violencia, y mostrar la existencia de una vanguardia. En ningún momento se plantea el generar de manera exterior dicha conciencia, sino simplemente el potenciarla con acciones “muy cuidadosas” trasmitiendo a las masas su existencia[23]
Aunque explícitamente no está expuesto de esta forma en este documento, entiendo, que el argumento principal implícito de Tareas… gira en torno a la defensa, sostenimiento y desarrollo de la estrategia de guerra revolucionaria representada fundamentalmente por el pensamiento y figura política de Ernesto Guevara. La estrategia de guerra revolucionaria sostiene que hay que derrotar a las fuerzas enemigas y que para eso había que formar un ejército que dispute el poder, derrotándolo militarmente, teniendo como eje la planificación, la lucha rural y las leyes propias de la actividad militar[24]. El documento destaca la coordinación estratégica regional de este proyecto. A diferencia de las críticas usuales que marcan la ausencia de toda y cualquier planificación, el documento pone de manera explícita la existencia del mismo[25]. Puntualmente, la clara explicitación de unas tareas a ser desarrolladas en un futuro frente guerrillero, sostienen la argumentación de la presencia de una concepción y una dirección estratégica.
El segundo punto que sostiene la importancia de la ubicación de la zona de operaciones de la guerrilla. Tareas… destaca la importancia de este primer paso en la implementación de este plan, que tomará un largo periodo de preparación. La “permeabilización” de la zona a través del desarrollo de compañeros “con cubierta”, y el establecimiento sostenido de depósitos previendo la implementación de un cerco militar que dificulte el contacto con la red urbana.
Debido a esto se plantea como un punto clave la construcción de una “red de enlace” que frente al cerco militar garantice el aprovisionamiento ante el intento de las fuerzas represivas de aislar y aniquilar el frente guerrillero.

Una vez definidas estas tareas generales, el documento argumenta el por qué de esa construcción. El argumento es simple pero contundente. El desarrollo de la revolución y la toma del poder fijan como “única vía” la lucha armada para efectivamente arrancarle el poder a la burguesía. La responsabilidad de la vanguardia es mostrar que ese es “el camino correcto” y “crear las bases” del ejército popular, en sintonía con la llamada estrategia revolucionaria mencionada arriba. Este documento clarifica la posición frente a la estrategia que postula la centralidad en la guerrilla urbana. No se trata de crear una guerrilla en ese territorio porque se mueve en terreno enemigo, dificultando su funcionamiento. De ninguna manera, asegura el documento, esto significa no desarrollar “redes urbanas”, sino que éstas deben ajustarse a la construcción del frente guerrillero. Este planteo también aparece en el reciente libro de Torres Molina: “ir creando, en forma progresiva, un núcleo armado mediante la captura de armamentos y equipos, que en determinado momento pasará a operar en las zonas rurales, pudiendo mantenerse, en ese caso, las operaciones urbanas.”[26]. En este sentido, la guerrilla urbana tiene que servir para acrecentar “el poder de fuego”[27], capturar “armamentos y equipos”[28] y acrecentar la capacidad de sus miembros evitando “deliberadamente” los enfrentamientos armados[29]. Este planteo tal vez discutible desde el punto de vista político y estratégico, poco ha sido estudiado por la bibliografía existente. Es más, pareciera que el desarrollo de la guerrilla urbana como eje de las acciones, y el planeamiento de las organizaciones armadas que se potenció en los setenta, ha borrado la perspectiva estratégica que destaca la construcción de un frente guerrillero como prioridad política, descartando rápidamente este argumento a través de la caricaturización de esa perspectiva cristalizada en la idea de foco. Tareas…, entiendo, señala la importancia de este planteo y la discusión necesaria que merece una explicación de los caminos políticos que siguieron las organizaciones políticas de finales de los sesenta.
Es importante destacar que el planteo de la imposibilidad del desarrollo de la guerrilla urbana surge principalmente de la experiencia de “saturación de la ciudad” de la guerrilla aplicada en Argelia[30]. Esta concepción era conocida como la estrategia de la cebolla,  consistía principalmente en la realización del cerco por parte de las fuerzas represivas realizando una saturación de las ciudades e imposibilitando, por la acción del cerco mismo, la operación de las guerrillas, y la conformación de un ejército rebelde, ya que la guerrilla rural es “la condición para la formación de un ejército revolucionario”[31].
El último punto del documento, consiste en la exposición de “los revolucionarios argentinos en la actual situación histórica”. Aquí se argumenta la agudización de las condiciones objetivas para el accionar revolucionario, la presión del imperialismo creciente, citando el discurso de Fidel Castro del 26 de Julio de 1966[32], la existencia de condiciones objetivas y “el deber” de la acción revolucionaria de crear las subjetivas[33], y fundamentalmente el reconocimiento de derrotas como la de Bolivia para la vanguardia revolucionaria en concordancia la capacidad de sacar conclusiones y enseñanzas por parte de las fuerzas represivas. La otra cuestión significativa es la reivindicación del mensaje de Ernesto Guevara en la Tricontinental llamando a la creación de “dos, tres, muchos Vietnam…” sugiriendo la conformación de más de un frente guerrillero que este documento pone en evidencia al mencionar explícitamente las condiciones para el surgimiento en la Argentina, y el desarrollo en paralelo de la guerrilla en Bolivia. De esta forma remarca “la continentalización de la lucha” y la importancia política de la coordinación y unidad de esfuerzos. Sin embargo se preocupa en señalar “cuantos han quedado al margen” de la derrota en Bolivia, y la posible existencia de “traiciones”[34] que imposibilitaron la coordinación de estos esfuerzos con anticipación a la derrota de Guevara en Bolivia[35].
Aunque destaca el apoyo total y concreto a la lucha del ELN en Bolivia, señala que eso no está en contradicción con “la preparación, instalación y desarrollo de otros frentes guerrilleros”, claramente señalando a la Argentina como destino de este nuevo frente.
Por último, se destaca la dirección del Inti Peredo como líder natural de esta organización que coordine las jefaturas de cada uno de los países bajo su figura.

III.
El análisis de sólo un documento de una organización política, no alcanza de por sí a dar cuenta de la complejidad y postura política que, en este caso el ELN, sostiene. Es necesaria una exposición de carácter histórico que contextualice estas posiciones y las circunstancias políticas de la misma de la creación de dicho documento. Sin embargo, debido a la inexistencia de documentos del ELN y al desconocimiento general de esta organización, que desarrollaba una coordinación regional como continuidad del proyecto de Ernesto Guevara, entiendo, merece una explicación y puesta en discusión por sí mismo. La contundencia con la que se afirma y deja en evidencia la existencia de este proyecto hace de Tareas… un documento clave en la explicación de esta organización. De aquí la importancia que tiene su exposición aislada e individual en este trabajo.
Quedan a consideración muchos puntos. En principio la continuidad en el relevamiento de fuentes e informantes claves respecto de la fortaleza de estos argumentos, su organización, potencia política y desarrollo, y, por qué no, de las propias debilidades de la organización misma que imposibilitó la ejecución plena de este planteamiento estratégico. También queda pendiente la descripción de las acciones que se ejecutaron en este plan de acción, y su posible éxito en torno a los objetivos establecidos. De la misma forma queda fuera de la explicación sostenida arriba, la potencia política que dicho proyecto supo establecer entre los años 1968-1970 en la mayoría de las organizaciones que postulaban el camino de la lucha armada. Todos estos puntos intentaré exponerlos en próximos trabajos respecto al ELN.

Diego Cano


Bibliografía

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[1] Citado en Fernández Vega, 291, 2005. Franz Mehring, Karl Kaustky y Rosa Luxemburg realizaron un debate respecto al momento de la guerra y el grado de violencia en la lucha política, y por tanto en la lucha de clases de por sí antagónica, el cual ha permanecido relativamente olvidado en la literatura existente respecto de este problema en la Argentina. 
[2] Para un repaso parcial del debate reciente ver Omar Acha 2010.
[3] La base metodológica de la importancia de señalar este documento, más allá de las fuentes orales, la sustento en base a Portelli, 39, 2006: “El contenido de las fuentes escritas es independiente de las necesidades del investigador y sus hipótesis; es un texto estable, el cual solo se puede interpretar. El contenido de las fuentes orales, por otro lado, depende ampliamente de que el entrevistador pone en cuestión, dialogo y en la relación personal”.
[4] Según entrevistas a “Antonio” 2010 y 2011, sobreviviente de la dirección del ELN en 1968/1969 compuesta por Inti Peredo, Elmo Catalán, Luis Stamponi y Carlos Pérez Betancourt.
[5] Un avance de investigación del periodo anterior correspondiente a 1966-1967, respecto a las organizaciones, los militantes, y las principales posiciones políticas, lo desarrolle en Cano, Diego ¿Estrategia foquista? La estructura política argentina en la estrategia de revolución de Ernesto Guevara. Notas preliminares, Revista Izquierdas n° 11, diciembre 2011, pp. 70-87.
[6] Seoane, 88, 1993; Lewinger, Chaves, 56 y 106, 1999; Gillespie, 34, 2009; Anzorena, 130, 1988, Tortti, 153, 1998.
[7] Por ejemplo, Díaz Bessone, 100, 1988; Asociación Patriótica Argentina. Sin fecha. 102; Terrorismo en la Argentina. 21. 1979; Rojas, 517, 542, 2001; Vergez, 34-36, 1995;  Yofre, 28, 2009; Escobar, 62-64, 1980.
[8] Existen suposiciones, no comprobables, que parte de la información disponible por los servicios de seguridad e inteligencia argentinos proviene de la información entregada por los oficiales de inteligencia cubanos que se pasaron a los Estados Unidos en París en 1968. Este relato se encuentra en el libro Spy for Fidel de Orlando Castro Hidalgo quien fue parte de ese grupo. Esta información tiene cierto grado de verosimilitud, ya que gran parte de los argentinos que entrenaron militarmente en Cuba pasaron primero por la embajada de dicho país en París.
[9] Frente a este punto la investigación tropieza con un problema objetivo que es la relativa poca existencia actual de dirigentes con vida. La represión ha sido específicamente feroz con el núcleo duro de dirigentes de esta organización, fundamentalmente debido al carácter de su entrenamiento, capacidades militares y discusión política. He seguido los criterios de validación de fuentes orales y escritas según Thompson, 117-120, 1988,  y Saltalamacchia, 26-29, 1992.
[10] En este punto intento dar una respuesta a las preguntas señaladas por Chama: “La misma estará guiada por una serie de interrogantes particulares que conectan con preocupaciones metodológicas y epistemológicas más amplias, relativas al manejo de datos secundarios en la investigación social: ¿Cuál es la naturaleza de los datos? ¿Cuál es su aporte fundamental? ¿Cuáles son los problemas que presentan? ¿Qué grado de veracidad o credibilidad puede otorgarse a estas fuentes?” (Chama, s/p. 2008).
[11] El Archivo de la DIPBA es un extenso y pormenorizado registro de espionaje político – ideológico sobre hombres y mujeres a lo largo de medio siglo. La DIPBA fue creada en agosto de 1956 y funcionó hasta que, en el contexto de una reforma de la Policía de la Provincia de Buenos Aires en el año 1998, fue disuelta y cerrado su archivo.  Durante la dictadura la dirigió Ramón Camps. Ver http://www.comisionporlamemoria.org/archivo/
[12] (Olmo, 188, 2002).
[13] (Olmo, 189, 2002).
[14] (Olmo, 188, 2002).
[15] (Kahan, 19, 2010).
[16] El llamado “Banco de Quilmes” fue una de  las últimas operaciones de recuperación de fondos realizadas por el ELN. La acciones de propaganda armada más significativas (corroborada en al menos diez entrevistas y en archivo DIPBA) fueron la quema de los supermercados Minimax el 26 de junio de 1969, y el “intento de voladura del destacamento “General Güemes”.
[17] N° 15391, Mesa Ds. Varios, Legajo N°110, Folio 86.
[18] (Olmo, 189, 2002).
[19] Chama ha categorizado los tipos de documentos en tres tipos: “Por un lado, documentos elaborados por los propios abogados [caso estudiado por Chama], como por ejemplo, la declaración de principios de la Gremial, su estatuto, artículos publicados en distintas revistas de la denominada “nueva izquierda”, comunicados de prensa, conferencias, etc. Por otro lado, aquellos producidos por los propios agentes de inteligencia (informes, croquis, mapas, etc.) en el transcurso de sus tareas de vigilancia y control. Por último, los documentos generados por distintos medios de comunicación acopiados por los servicios de inteligencia.”. El caso de Tareas…  corresponde evidentemente al primer tipo de documento generado por la propia organización política (ELN). (Chama, s/p, 2008).
[20] La definición de “informante clave” ha seguido los criterios de “controles de confiabilidad” según Santalamacchia, 26, 1992.
[21] (Bourdie, Chamboredon y Passeron, 2004).
[22] “Tenemos en síntesis dos tareas fundamentales y estrechamente ligadas entre sí: Contribuir al desarrollo de la guerrilla en Bolivia y crear las condiciones para la instalación de un foco guerrillero en la Argentina”. En Tareas…
[23] En Tareas… “La elección de este tipo de acción debe ser muy cuidadosa, teniendo en cuenta la necesidad de transmitir a las masas la existencia y el accionar de la misma.”
[24] Para una interpretación particular de la guerra revolucionaria ver Torres Molina, Ramón: Las Guerrillas en Argentina. Análisis político y militar, Edición De la Campana, Argentina, 2011
[25] (Torres Molina, 12, 2011).
[26](Torres Molina, 25, 2011).
[27](Torres Molina, 31, 2011).
[28] (Torres Molina, 30 y 43, 2011).
[29] (Torres Molina, 43, 2011).
[30] (Robin, 2005).
[31] Aunque sobre la base de un desarrollo político específico, y en evidente continuidad con este planteamiento estratégico, el PRT-ERP también desarrollo un frente rural en Tucumán. Juan Carlos “Cacho” Ledesma ha realizado algunas críticas respecto a la concepción militar “equivocada” de la conducción del PRT-ERP respecto de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez en Tucumán: “No fue un error abrir un frente rural. Fue un error como lo manejamos”. Entrevista a Juan Carlos “Cacho” Ledesma en Lucha Armada en la Argentina, año 2, nº 7, pp. 56 a 74, 2006.
[33] Dejó explícitamente de lado la discusión sobre pertinencia de esta separación entre las condiciones objetivas y subjetivas, que merece una exposición de mayor alcance.
[34] Las comillas señalan un debate profundo en torno a la responsabilidad de los compromisos asumidos y no cumplidos entre las diversas partes actuantes, que este documento no explicita.
[35] Respecto al entrenamiento militar de una cantidad significativa de cuadros procedentes de Argentina, lo he desarrollado en el texto: ¿Estrategia foquista?...Op. Cit.