lunes, 27 de septiembre de 2010

Aufheben según Hegel

Se discute mucho en filosofía y en psicoanálisis el uso que Hegel, Marx, y Freud hicieron del término Aufheben. Sobre la interpretación que Freud le daba al término la desconozco, pero sobre Hegel me parece totalmente inconcebible interpretar este término como cancelar, cerrar borrar, cuando el mismo Hegel dedico un párrafo directamente a explicitar su significado.

Copio abajo la referencia en La Lógica de Georg Wilhelm Friedrich Hegel:

“La palabra Aufheben tiene en el idioma alemán un doble sentido: significa tanto la idea de conservar, mantener, como al mismo tiempo, la de hacer cesar, poner fin. El mismo conservar ya incluye en sí el aspecto negativo, en cuanto se saca algo de su inmediación y por lo tanto de una existencia abierta a las acciones exteriores, a fin de mantenerlo. de este modo lo que se ha eliminado es a la vez algo conservado, que ha perdido sólo su inmediación, pero que no por esto se halla anulado.” pág 97 y 98. Solar Hachette SA tradu Augusta y Rodolfo Mondolfo 2 edición 1968

O en el original: “Aufheben und das Aufgehobene (das Ideelle) ist einer der wichtigsten Begriffe der Philosophie, eine Grundbestimmung, die schlechthin allenthalben wiederkehrt, deren Sinn bestimmt aufzufassen und besonders vom Nichts zu unterscheiden ist.--Was sich aufhebt, wird dadurch nicht zu Nichts. Nichts ist das Unmittelbare; ein Aufgehobenes dagegen ist ein Vermitteltes, es ist das Nichtseyende, aber als Resultat, das von einem Seyn ausgegangen ist; es hat daher die Bestimmtheit aus der es herkommt, noch an sich.” En http://www.gutenberg.org/ebooks/6729

lunes, 20 de septiembre de 2010

Respuesta de Gilly a Fidel Castro. Guerrillas, Cuba, la URSS, y el trotskismo posadista en 1966











La contradicción todo lo mueve. En ella se manifiestan las posibilidades que encierra una cualidad. La discusión abierta y pública en los sesenta posibilita hoy retomar discusiones políticas que si no se hubieran hecho públicas serían más difíciles aún de ser reconstruidas.

En este caso tomaré el ejemplo de la respuesta de Adolfo Gilly en el diario uruguayo Marcha del 18 de febrero de 1966, al discurso dado por Fidel Castro al finalizar la conferencia Tricontinental de ese mismo año. Este enfrentamiento entre Castro y Gilly, entre la línea del trotskismo posadista y Cuba, aporta claridad sobre la discusión política de fondo del discurso de Castro.

Más allá de la veracidad de los argumentos de Gilly, o de lo correcto de su línea política, este artículo permite divisar los argumentos que posibilitan identificar las tensiones existentes en la política cubana hacia la lucha armada en América Latina.

El enfrentamiento entre Cuba y la sección de la IV Internacional de la línea posadista viene dándose desde el comienzo de la revolución. Esta discusión tuvo un momento muy álgido en enero de 1966, cuando en el discurso de la Tricontinental, Fidel Castro ataca fuertemente al trotskismo en su línea posadista por acusarlo del asesinato del Che Guevara. Esta acusación se sustentaba, según los trotskistas, en la no coincidencia de Ernesto Guevara con la línea política cubana cada vez más afín a los intereses soviéticos.

Los dirigentes del posadismo que actuaban en Cuba intensamente después de la revolución eran un grupo pequeño en número y fuerza. Su diario, La Voz Proletaria, fue cerrado por las autoridades cubanas el 26 de mayo de 1961. Las planchas del libro de Trotsky La Revolución Permanente[1], que el Partido Obrero Revolucionario Trotkista pensaba publicar, fueron destruidas[2]. Algunos autores como Gary Tennant llegan a afirmar que detrás de esto estaba el PSP soviético y el alineamiento total cubano con la URSS[3]. Adolfo Gilly era uno de los militantes que en 1963 es expulsado de Cuba. Este conflicto se traslada a Guatemala donde el POR (T), desde sus militantes en México, actúan abiertamente apoyando a la guerrilla del MR-13 de Yon Sosa en abierto conflicto con las guerrillas de las FAR más cercanas a Cuba.

En los próximos días colgaré en este blog el artículo de Adolfo Gilly donde señala con contundencia el alineamiento de Cuba a los soviéticos en 1965. Pero lo más significativo es la afirmación de que “el mayor servicio que Fidel Castro le presta a la política soviética, no es hablar de coexistencia pacífica. Es presionar a los movimientos revolucionarios y guerrilleros de America Latina sobre todo, utilizando la autoridad del Estado obrero cubano, para que éstos vuelvan a aceptar la alianza que habían roto con los partidos comunistas….pretende que estos [guerrillas] rehabiliten a los partidos comunistas y en consecuencia se sometan a su política de concieliación”.

Estas palabras son premonitorias de lo que sucederá un año después con la política de pedido de apoyo al Partido Comunista Boliviano en la guerrilla del Che en Bolivia, y las consecuencias de esa política en sus resultados concretos.

Bibliografía

Alexander, RJ, Trotskyism in Latin America, Stanford: CA, Hoover Institution Press, 1973.

Alexander, RJ, International Trotskyism 1929-1985: A Documented Analysis of the Movement, Durham: NC, Duke University Press, 1991.

Castro Fidel, discursos en http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1966/esp/f150166e.html

Gilly, A, La Senda de la Guerrilla (Por Todos los Caminos/2), Mexico D.F., Editorial Nueva Imagen, 1986.

Tennant, Gary Dissident Cuban Comunnism: The Case of Trotskyism, 1932-1965 http://www.cubantrotskyism.net/PhD/central.html

Tarcus Horacio (compilador). Diccionario Biográfico De La Izquierda Argentina. Emece. Entrada J. Posadas, pág. 525 a 527.


[1] Paradójicamente La revolución permanente es el séptimo libro en la lista de libros de lecturas del Che en Bolivia. Ver la lista de libros en Tomo 2 de Carlos Soria Galvarro en: http://www.chebolivia.org/. Este libro lo perdió en una mochila en medios de los combates y anota en su diario el 31 de Julio: “Se pierden 11 mochilas con medicamentos, prismáticos y algunos útiles conflictivos, como la grabadora en que se copian los mensajes de Manila, el libro de Debray anotado por mí y un libro de Trotsky, sin contar el caudal político que significa para el gobierno esa captura y la confianza que le da a los soldados.”

[2] Ver International Trotskysm. 1929-1985. A documented analysis of the movement. Robert Alexander. Pág. 230 y 231.

[3] Por ejemplo: “the available evidence indicates that the campaign against the Cuban Trotskyists, which began with attacks from the Partido Popular Socialista (PSP) in 1960 and intensified during the subsequent years as the old pesepistas successfully linked the institutions of the Revolutionary Government to their denunciation of Trotskyism, reflected Moscow's influence on the Revolutionary Government and the Fidelista leadership's eventual acquiescence to many of the central policy options favoured by pro-Moscow Stalinists.” Gary Tennant http://www.cubantrotskyism.net/PhD/central.html En capítulo séptimo, The Reorganised Partido Obrero Revolucionario (Trotskista) and the 1959 Revolution.

martes, 14 de septiembre de 2010

Das Ding und die Sache en El Capital

Das Ding und die Sache en El Capital

El Capital de Karl Marx tuvo muchas traducciones al castellano de buena calidad. Las dos más conocidas y difundidas son las de Siglo XXI, realizada por Pedro Scaron, y la de Fondo de Cultura, de Wenceslao Roces.

Sin embargo, ambas tienen imprecisiones o términos que merecen una discusión. Esto de ninguna manera le quita validez a su lectura y apropiación por el lector de la obra de Marx. A pesar de ello sigue siendo El Capital una obra sobre la que existen muchas discusiones, e interpretaciones diferentes, que devienen en posturas políticas totalmente disimiles. Por lo que, la interpretación más ajustada al termino original que Marx vertió en su obra ayuda al lector a formar una opinión fundada de lo que encuentra en ella.

En estas notas simplemente señalo un pequeño ejemplo que de ninguna forma es relevante para afrontar la lectura de El Capital, pero que tal vez aporta algún elemento para su mejor abordaje.

La palabra cosa en castellano tiene la particularidad que en alemán puede expresarse de dos formas diferentes. Las palabras en alemán que corresponden a cosa en castellano, son Ding y Sache. En el comienzo del primer tomo, Marx utiliza la palabra Ding para referirse a una cosa pero como Ding. “La mercancía es, en primer lugar, un objeto exterior, una cosa [Ding] que merced a sus propiedades satisface necesidades humanas del tipo que fueran. La naturaleza de esas necesidades, el que se originen, por ejemplo, en el estómago o en la fantasía, en nada modifica el problema.”. Más adelante en el libro aparece como Sache, pero entiendo que es importante destacar el de Ding como un uso conceptual particular que Marx le está dando al término.

Entiendo que Marx utiliza el término Ding con un sentido especifico, un uso técnico podríamos decir, que tiene que ser considerado por la importancia en el método de exposición mismo de la obra[1]. Este uso específico vendría de Hegel, y Marx, más allá de su propio desarrollo crítico del planteo hegeliano, toma esa forma de exposición estrictamente de ese cuño. El Ding, en el sentido que entiendo está planteado, es una cosa totalmente exterior al que la esta enunciando, nombrando, como algo separado, que se la aparece de manera inmediata. Como veo eso, que está afuera, la puedo nombrar pero ni sé que es lo que es. Ese comienzo en algo real, existente, en la mercancía, que Marx afirma que es “la forma elemental”, solo por afirmarla, es una cosa (Ding) no reconocida. Reconocida en el sentido de dar cuenta de que es, de mostrar las determinaciones que hacen de la cosa Sache, no simplemente Ding. El Sache ya tiene adentro sus determinaciones desplegadas en la exposición. Así nada es exterior. Se me paree de manera inmediata —sin mediaciones— la cosa como Ding, y el propio mostrar la necesidad, potencialidad que es cosa encierra, el despliegue de las determinaciones, El desarrollo de la forma elemental se va mostrando por sí. La mercancía esta al comienzo y al final, el despliegue en circulo o espiralada, bien de Hegel. Pero ese comienzo ya tiene todas las determinaciones que solo la exposición va a ir desplegando hasta mostrar su unidad. Por eso la verdad es el todo. La unidad esta al final, no es que las primeras determinaciones no sean reales, solo que si nos paramos ahí es una unilateralidad. Por eso me parece que el acápite uno es simplemente la cosa Ding, y eso explica porque está expuesta como dos factores, valor de uso, y valor, separados. Esos son factores de la cosa como Ding. Me parece que el desarrollo va mostrar que el valor de uso, como mero portador del valor de cambio, va estar subsumido al valor substantivado, el capital como sujeto automatizado. No como un factor enfrentado a otro externamente, como aparece en ese primer punto. Esto era, en realidad, la crítica implícita en marcar esto de Ding frente a tu planteo sobre la fuerza de trabajo como exterior al capital.

Si se acompañó esta explicación meramente formal del uso de Ding por Marx, queda en evidencia la impronta hegeliana del método en la exposición de El Capital. Por eso, no estoy de acuerdo con los planteos que subestiman esa impronta de la obra y la ponen en igualdad de condiciones de otras (Ricardo, Prouhdon, etc.), que efectivamente tienen un peso relativo menor en el desarrollo, y por tanto en la capacidad explicativa de la obra.

En el diccionario alemán Wahrig Ding refiere a Sache y al revés. Pero Ding tiene dos acepciones. La primera al nombrar algo desconociendo el nombre. En Buenos Aires decimos “perdoncho”(lunfardo), en portugués se dice “negocio”, no sé cómo se dirá en otros países de habla hispana. Pero lo más interesante es la segunda acepción, que refiere a Kant como el noumeno. La cosa en sí (an sich) “el ser verdadero”. Si miramos de cerca, esto cierra con la forma de nombrar a la mercancía como Ding al comienzo, porque como uno sabe lo que es, no tiene las determinaciones, esta de manera inmediata (no mediado) entonces hasta ahí es Ding. Pero algo más la cosa como Ding en realidad es el ser mismo, tiene dentro todas las determinaciones aunque no podamos por la misma exposición aún decirlo. Inclusive en la definición abajo menciona la independencia del Ding con respecto al “sujeto”. Acá sujeto me parece que esta puesto más como kantiano, sujeto individual, y no como el sujeto que pone la cosa en movimiento a la Hegel. En cambio Sache viene de la ciencia jurídica de todo objeto corporal como cosa concreta, tema asunto, etc. Como decir al punto al tema, como algo más complejo que ya tiene la determinaciones. En alemán dice: Ding: 1. Sache, Gegenstand, (umg) wertlose Sache; Sache, deren Benennung einem nicht einfällt. 2. das Ding an sich: nach Kant das wahre Sein, die wahre Wirklichkeit, so wie sie unabhängig vom Subjekt existiert. Sache: 1. Gegenstand, Ding; (Rechtsw) jeder körperlicher Gegenstand, Angelegenheit, Frage, Fall; Aufgabe, Pflicht. Beispiele: Das ist meine Sache! (kümmere dich nicht um meine Angelegenheit, das geht dich nichts an!) Zur Sache! (zum Thema!, zum Wesentlichen!).


[1] Marx dice en una nota al pie del primer tomo: "Hasta aquí, en esta obra empleamos el término "tiempo de trabajo necesario" en el sentido de tiempo de trabajo que es socialmente necesario para la producción de una mercancía en general. De ahora en adelante lo aplicamos también en el sentido de tiempo de trabajo necesario para la producción de esa mercancía específica que es la fuerza de trabajo. El uso de los mismos termini technici en sentidos diferentes es inconveniente, pero no hay ciencia en que sea totalmente evitable. Compárese, por ejemplo, el nivel superior de la matemática con el elemental" (Siglo XXI pág. 261).

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Sobre el cursillo del Che al libro de Debray ¿Revolución en la Revolución?

El Che señala el 12 de abril de 1967 en su diario: “inicie un cursillo sobre el libro de Debray”. Esto parece un dato menor, sin embargo el libro de Debray es el único que se leyó colectivamente en la guerrilla. Debray estaba presente. Tanto él como Bustos salieron el 19 de abril de la guerrilla, y fueron capturados al día siguiente. Las operaciones armadas habían comenzado el 23 de marzo, por tanto el cursillo era dado en pleno movimiento de combate.

Lo interesante es que al estar presente Debray el curso parece ser más una repetición de lo dicho en el libro "¿Revolución en la revolución?", que una crítica.

Jon Lee Anderson, en la primera edición impresa en Argentina de 2006 de la biografía del Che, adjunta una copia de una hoja con notas atribuidas al Che sobre el libro de Debray. Esta hoja se la habría dado Socorro Selich, viuda del general boliviano del mismo apellido, al autor de la biografía. Abajo se transcriben esas notas que en realidad certifican que son un resumen de dicho libro, y no simplemente notas. La letra visiblemente es similar a la letra del diario del Che, el cual se puede encontrar en los libros de Carlos Soria: http://www.chebolivia.org/

No parece ser la letra de Pombo (Harry Villegas). Igualmente debería realizarse una pericia caligráfica para verificarlo de manera efectiva.

Más allá de estas sutilezas, ¿cuál es la relevancia de este curso sobre el libro de Debray?

La relevancia de estos documentos está directamente vinculada con cual es la postura política sostenía por la guerrilla en Bolivia liderada por Ernesto Guevara. Que se haya dado un curso dirigido por el Che en plena acción de combate, con Regis Debray presente, aporta algunos elementos para sostener que —más allá de críticas parciales— evidentemente había un acuerdo significativo sobre el contenido de ese libro. Es difícil pensar que se haya dado un curso sobre un libro, el cual el autor estaba presente, que innumerables testimonios aseguran que se había difundido para amalgamar apoyos en torno a guerrilla en Bolivia, que su autor mismo se incorpora y va a la selva boliviana, y que frente a la intención evidente del reciente comienzo de acciones, el cursillo haya sido dado criticando la postura sostenida ahí. Algunos otros autores señalan que existen diferencias significativas entre el texto de Debray y el planteamiento político de Ernesto Guevara. Destacando por ejemplo que el uso de las palabras “foco” y “catalizador” eran solo metafóricas por su él originen medico de Guevara.

Estos elementos aquí enumerados parecen demostrar una relación estrecha entre la concepción del libro de Regis Debray "¿Revolución en la revolución?", y las acciones que de hecho se irían a producir en la selva boliviana.

Por todo esto, una nueva discusión sobre el famoso texto de Debray se hace necesaria. El texto puede encontrarse en http://www.puntofinal.cl/ (hay que ir a "archivo histórico" y ahí "ir a revistas". Está en el documento adjunto de la revista 25 y la 26 de marzo y abril de 1967.).

Es importante señalar que el 31 de Julio anota el Che en su diario que perdieron en el combate algunas mochilas con una copia del libro de Debray anotado por él. Este puede llegar a ser uno de los tantos trofeos que las fuerzas militares bolivianas todavía conservan, y que —obviamente— no son de acceso público. Tal vez cuando estos documentos surjan a la luz, se encontrarán más argumentos respecto a la veracidad de los comentarios aquí vertidos.

Texto transcripto del libro de Jon Lee Anderson “Che Guevara. Una vida revolucionaria”

Primero la transcripción de lo que está en la hoja. Después en amarillo la transcripción y el texto en original que señala con claridad que es un resumen.

  1. Lo que aparece

Guerrilla al Partido como una pieza más añadida a su organización de tiempo de paz. La autodefensa armada

La autodefensa, como sistema y como realidad, está hoy liquidada en los hechos. Colombia, con sus zonas de autodefensa campesina, y Bolivia, con sus zonas de autodefensa obrera: Marquetalia, al sur ocupada en mayo de 1964. Minas Catavi Siglo XX - Huanuni, invadidas en mayo y setiembre de 1965. Esta doble derrota señala el fin de una época y atestigua la muerte de una cierta ideología.

Fin de una época: la del equilibrio relativo de las clases. Principio de otra: la de la guerra total de clases, que excluye las soluciones de compromiso y los repartos del poder. El fracaso de la autodefensa armada de las masas corresponde, en el plano militar, al fracaso del reformismo en el plano político. En el nuevo marco de la lucha a muerte no hay lugar para las soluciones bastardas, para la búsqueda.

  1. Texto original de ¿Revolución y revolución? De Debray.

En amarillo notas resumen supuestamente realizado por el Che.

Toda línea militar depende de una línea política, que aquella expresa. Ahora bien, aún dentro de la lucha armada, estos últimos años han sido puestas a prueba otras líneas militares, dando un sentido muy distinto a la guerra de guerrillas. Más que malas interpretaciones de la respuesta cubana, se trata de esquemas políticos importados, disfrazados de líneas militares, y aplicados a condiciones históricas muy diferentes de aquellas en que esos esquemas tuvieron sus raíces. Tales son los casos de las concepciones de la autodefensa armada; cierta manera de entender la propaganda armada y la base guerrillera; y en fin, la sujeción de la Guerrilla al Partido como una pieza más añadida a su organización de tiempo de paz. Esas concepciones, que han adquirido fuerza de línea en muchos lugares, han dado a la lucha armada popular un contenido trunco que puede juzgarse por sus resultados. Resulta útil investigar qué concepciones políticas las inspiran y cómo algunas plagian experiencias revolucionarias extrañas a la América Latina y a sus condiciones actuales.

Esas experiencias negativas nos permitirán quizá descubrir la enseñanza esencial que se debe sacar tanto de la fase insurreccional de la revolución cubana como de las luchas armadas de hoy.

La autodefensa armada

La autodefensa, como sistema y como realidad, está hoy liquidada en los hechos. Colombia, con sus zonas de autodefensa campesina, y Bolivia, con sus zonas de autodefensa obrera, constituían los dos países en que esta concepción había tomado fuerza de línea. Esos dos “focos de subversión”, a unos meses de distancia, fueron liquidados por el ejército: Marquetalia, al sur de Colombia, ocupada en mayo de 1964, y las minas Catavi Siglo XX - Huanuni de Bolivia, invadidas en mayo y setiembre de 1965 después de trágicos combates. Esta doble derrota señala el fin de una época y atestigua la muerte de una cierta ideología. Es preciso que el movimiento revolucionario cante su responso de una vez por todas.

Fin de una época: la del equilibrio relativo de las clases. Principio de otra: la de la guerra total de clases, que excluye las soluciones de compromiso y los repartos del poder.

Frente a la polarización actual entre explotados y explotadores en un país neocolonial, el hecho de que pueda existir una porción de territorio en que el Ejército y el aparato del estado no puedan proceder “al ejercicio normal de sus funciones”, es más de lo que puede soportar la nueva legalidad imperialista, pero no lo suficiente para ponerla en peligro. El fracaso de la autodefensa armada de las masas corresponde, en el plano militar, al fracaso del reformismo en el plano político. En el nuevo marco de la lucha a muerte no hay lugar para las soluciones bastardas, para la búsqueda de equilibrio oligarquía-fuerzas populares, para los pactos tácitos de no agresión. La dictadura de las oligarquías nos pone en la alternativa de pasar a su destrucción en bloque o aceptarla en bloque: no quedarse en el medio. Además, la autodefensa está hoy desacreditada; sus propios partidarios de ayer la han transformado en el comienzo de más altas formas de lucha. Pero ¡cuidado!: tiende a renacer bajo formas más seductoras y, desde luego, ocultando su nombre. Tiende a renacer porque se arraiga en una ideología vivaz como Proteo. En el momento en que la autodefensa se ahogaba, el trotskismo ha llegado para tenderle la mano y tratar de darle vida. Este renacimiento es el que nos ocupa ahora.