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http://www.cedema.org/ver.php?id=5457
La Guerra no se emprende para castigar al oponente por sus faltas presuntas o reales, sino para quebrar su resistencia que se erige contra los propios intereses. Franz Mehring[1]
El
tema de la violencia política en la Argentina actual sigue siendo un tema muy
discutido y que encierra todavía muchas potencialidades para llegar a su núcleo
racional. Muchos son los intentos desde la literatura, las historias de vida,
revistas y, en menor medida, desde el ámbito académico[2].
Este trabajo pretende avanzar sólo sobre un aspecto de una investigación más amplia
sobre los orígenes de la lucha armada como forma política en la Argentina,
que ponga en evidencia los principales nudos teóricos y prácticos de este tipo
de forma concreta de la acción. Para eso el camino elegido pretende dar cuenta
del desarrollo de
una organización política en particular denominada Ejercito de Liberación
Nacional (En adelante, ELN). Sintomáticamente al embrionario conocimiento del
uso de la violencia en la política en la década de los sesenta, el ELN es
todavía una organización parcialmente desconocida. Según la hipótesis sostenida
en este trabajo, dicha organización cumplió un rol central en el proceso de
génesis, desarrollo, y discusión política respecto al carácter de la estrategia
de lucha armada en la Argentina. El documento presentado en el anexo,
denominado Tareas para la implantación de un Frente
Guerrillero en la Argentina (en adelante
Tareas…) corresponde al único documento de esta organización que se tiene
conocimiento de su existencia hasta hoy[3].
Entiendo
que este documento debe ser estrictamente leído en el contexto político de los
sesenta del cual justamente es expresión plena. Destaco este carácter
contextual en el que debe ser inmerso todo documento y que, en este trabajo
sintético, hago explicita abstracción. La revolución cubana en conjunto con el
desarrollo de la propia lucha de clases regional, en que la Argentina se
encontraba, caracteriza un período de avance en el enfrentamiento directo de la
relación antagónica entre capital y trabajo.
La discusión respecto a la potencia que esta línea política encerraba en
esa situación, pone en debate la realización de ese camino, de significativa
impronta sobre los caminos divergentes que caracterizan el momento político actual.
Tareas…,
presumiblemente escrito a principios de 1968[4],
contiene una discusión significativa respecto de la estrategia política en la
apertura de un frente guerrillero en Argentina.
Este texto pone en evidencia el carácter de continuidad del proyecto
político de Ernesto Guevara en Argentina a través del ELN con una dirección
regional[5].
Entiendo que el documento analizado a continuación es un indicador relevante de
la fuerza política de la organización, desde 1968 hasta comienzos de 1970, no
sólo por el carácter de continuidad con el proyecto político de Guevara sino
por los grupos de militantes involucrados en este proyecto, su accionar, propuestas,
vínculos con otros grupos, así como su devenir en otras organizaciones en la
siguiente década. Estos puntos no serán desarrollados en este trabajo aunque sí
forman parte de un trabajo de investigación
más amplio.
Paradójicamente
al silencio actual respecto a esta organización, la mención a los grupos de
apoyo al Che Guevara, y al ELN mismo, ha sido recurrente en trabajos de
investigadores y relatos biográficos de militantes[6].
La bibliografía vinculada a la defensa de los intereses representados por la
dictadura, o que podríamos denominar de manera general de “derecha”, también se
ha hecho eco de la mención a esta organización[7].
En parte basados en supuestos informes de inteligencia, nunca del todo
revelados sus orígenes[8],
esta exposición sistemática parece obedecer a reforzar el argumento respecto a
la extranjerización del proceso de estrategia revolucionaria que empezaba a
encarnarse en Argentina. Concretamente a sobredimensionar la participación
cubana en el apoyo, financiación, estructura y,
fundamentalmente, dirección de la estrategia de lucha armada. En
discordancia con esta interpretación, el documento analizado a continuación, Tareas…, sustenta la hipótesis del
carácter específico regional del proyecto.
El
carácter de ser el único documento conocido hasta el momento se debe
centralmente al carácter clandestino estricto de sus actividades, donde la
seguridad era uno de los ejes. Este documento lo destaca como aspecto principal
de su accionar. Las entrevistas a participantes directos, ante la ausencia de
documentos propios de la organización, cumplen un rol central para posteriores conclusiones.
El material escrito sobre el periodo ofrece sólo una referencia general
secundaria, ya que la clandestinidad señalada y, por tanto, el secreto en la
participación en el ELN dificulta disponer de material objetivo de otro tipo
que no sea las entrevistas directas a participantes[9],
o el registro escrito en memorias por parte de algunos de ellos. De ahí la relevancia
de Tareas… para el estudio, análisis
y evaluación del proyecto del ELN.
Tareas…
es un documento que surge de uno de los legajos del
archivo de la ex DIPBA (Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia
de Buenos Aires) a cargo de la Comisión Provincial de la Memoria. Al no ser un
documento público del ELN y provenir de los archivos de inteligencia de la
policía provincial realizaré, primero, una breve descripción y evaluación de la
fuente documental[10].
En segundo lugar voy a destacar los puntos centrales del documento, señalando
las cuestiones críticas que merecen una discusión más amplia. Y por último
realizaré un conclusión general de cuáles serían los próximos pasos en el
trabajo de investigación del ELN.
I.
Los
legajos que componen el archivo de la ex DIPBA[11]
tienen diversas procedencias todas relacionadas a tareas de inteligencia de la
Policía provincial como a otros organismos afines relacionados. “La información
ingresaba al archivo sin formato determinado: tanto podía ser una fotocopia de
una solicitada como un pedido de otra unidad de inteligencia”[12].
Aparentemente el trabajo de lectura e indexación era efectuado “por personas
con un rango relativamente bajo dentro del organismo”[13].
El archivo, como lo define Olmo[14],
tiene un carácter hibrido de información burocrática y clandestina. “La
documentación con la que cuenta el archivo DIPBA, provenía del “trabajo de
campo” realizado por los agentes de las comunas bonaerenses”[15].
Este “trabajo de campo” o actividad clandestina de las fuerzas de seguridad son
la base del archivo considerado en este trabajo. Este es el caso de Tareas… que claramente surge de la
requisa realizada después de un allanamiento a un domicilio vinculado a la
organización. El archivo corresponde a la referencia N° 15391, Mesa Ds. Varios,
Legajo N°110, que contiene todos los documentos archivados por la DIPBA relacionados
al asalto del Banco Provincia de Buenos Aires en su sucursal de Quilmes realizado
el 10 de Agosto de 1969[16].
El legajo explícitamente menciona que el material “es producto de la
explotación e inteligencia de material secuestrado en circunstancias del asalto
al Banco de la Provincia de Buenos Aires –Sucursal Quilmes- el día 10 de agosto
de 1969.” [17].
Este documento forma parte de las reuniones de la Comunidad Informativa, “una
suerte de clearing de inteligencia
que articulaba el trabajo de Dirección de Inteligencia con el de otros archivos
afines”[18].
En concreto los informados por esta Comunidad
fueron los jefes de SIDE (Servicio de Inteligencia del Estado), SIN (Servicio
de Inteligencia Naval), SIE (Servicio de Inteligencia del Ejercito), SIA
(Servicio de Inteligencia Aeronáutico), Coordinación Federal, Cdo. de
operaciones, y DIM 101 (Dirección de Inteligencia Militar 101). Esta
circulación de información pone de manera explícita el conocimiento general,
por lo menos para este caso (aunque parece ser algo generalizado) de por lo menos
todas las direcciones de inteligencia, más allá de su posible coordinación
operativa. Concretamente para el caso,
el legajo contiene información de documentos de discusión de varias
organizaciones, gráficos de contactos aparentemente realizados por la DIPBA,
resúmenes de los materiales secuestrados realizados por alguien de la fuerza
para el “Jefe de servicio”, entre otros[19].
Sin
embargo el problema mayor de esta fuente documental está dado por el hecho de que
sea producto de las tareas de inteligencia de la policía. Cabe la pregunta que
Mauricio Chama realiza, respecto a la veracidad de la fuente y la credibilidad
de los datos. A diferencia de otros datos que surgen de los Archivos de la
DIPBA sobre la base de posibles delaciones, este documento, Tareas…, reúne la característica de ser
un documento político propio de la organización de la cual es parte este
trabajo (ELN). Esto hace disminuir el carácter de cuestionamiento respecto a su
veracidad, así como la sobredimensión de su capacidad explicativa Por eso la
discusión del contenido, la fuerza argumentativa y conceptual del documento en
base al chequeo con otras fuentes de información, como en este caso las
entrevistas a “informantes claves”[20],
y el relevamiento en bibliografía de carácter secundario en relación al
problema, otorgan una valoración positiva respecto al carácter original que
este documento contiene, sin disminuir la actitud metodológica esperable de “vigilancia
epistemológica” señalada por Bourdie, Chamboredon y Passeron[21]
consistente en el examen permanente sobre la base a una operación de reflexión metodológica
y conceptual continúa.
II.
Más
allá que dejé a consideración del lector la evaluación propia del documento
señalaré algunos aspectos principales, a modo de notas, que destaquen los nudos
argumentativos que puedan ayudar a poner en discusión sus puntos centrales.
Estrictamente
Tareas… se propone enumerar los
elementos concretos que debe tener la organización tendiente a desarrollar un
futuro frente guerrillero en Argentina. A diferencia de las argumentaciones
políticas más usuales, donde se avanza de lo general a lo particular, Tareas… realiza el camino expositivo
inverso. Señala los elementos necesarios en el avance en la implantación del
frente guerrillero en Argentina, para finalmente argumentar la posición
política sobre la que se sostiene la necesidad de construir una coordinación
unificada de las acciones en Bolivia[22],
donde los posibles futuros frentes en territorio argentino serían un elemento
más de esta estrategia política.
La
importancia de una red urbana como estructura orgánica, no numerosa, y
totalmente clandestina, está señalada desde el comienzo del documento. Las
tareas que esta “estructura orgánica” irá desarrollando para la construcción de
un aparato nacional son: 1) Acoplamiento y provisión de medios; 2) construcción
de los aparatos de servicios. 3) Realizar acciones de características
políticas; 4) Provisión de cuadros; 5) Ruptura del cerco político. Es
importante destacar que no se señala el “crear” conciencia, como usualmente
suele caricaturizarse la explicación respecto a la creación de frentes
guerrilleros. El planteo es totalmente matizado a través de “contribuir” a
elevar la conciencia, crear el clima de violencia, y mostrar la existencia de
una vanguardia. En ningún momento se plantea el generar de manera exterior
dicha conciencia, sino simplemente el potenciarla con acciones “muy cuidadosas”
trasmitiendo a las masas su existencia[23]
Aunque explícitamente no
está expuesto de esta forma en este documento, entiendo, que el argumento
principal implícito de Tareas… gira
en torno a la defensa, sostenimiento y desarrollo de la estrategia de guerra
revolucionaria representada fundamentalmente por el pensamiento y figura
política de Ernesto Guevara. La estrategia de guerra revolucionaria sostiene
que hay que derrotar a las fuerzas enemigas y que para eso había que formar un
ejército que dispute el poder, derrotándolo militarmente, teniendo como eje la
planificación, la lucha rural y las leyes propias de la actividad militar[24].
El documento destaca la coordinación estratégica regional de este proyecto. A
diferencia de las críticas usuales que marcan la ausencia de toda y cualquier
planificación, el documento pone de manera explícita la existencia del mismo[25].
Puntualmente, la clara explicitación de unas tareas a ser desarrolladas en un
futuro frente guerrillero, sostienen la argumentación de la presencia de una concepción
y una dirección estratégica.
El segundo punto que sostiene la
importancia de la ubicación de la zona de operaciones de la guerrilla. Tareas… destaca la importancia de este
primer paso en la implementación de este plan, que tomará un largo periodo de
preparación. La “permeabilización” de la zona a través del desarrollo de
compañeros “con cubierta”, y el establecimiento sostenido de depósitos previendo
la implementación de un cerco militar que dificulte el contacto con la red
urbana.
Debido a esto se plantea como un punto
clave la construcción de una “red de enlace” que frente al cerco militar
garantice el aprovisionamiento ante el intento de las fuerzas represivas de
aislar y aniquilar el frente guerrillero.
Una vez definidas estas tareas generales,
el documento argumenta el por qué de
esa construcción. El argumento es simple pero contundente. El desarrollo de la
revolución y la toma del poder fijan como “única vía” la lucha armada para efectivamente
arrancarle el poder a la burguesía. La responsabilidad de la vanguardia es
mostrar que ese es “el camino correcto” y “crear las bases” del ejército
popular, en sintonía con la llamada estrategia revolucionaria mencionada
arriba. Este documento clarifica la posición frente a la estrategia que postula
la centralidad en la guerrilla urbana. No se trata de crear una guerrilla en
ese territorio porque se mueve en terreno enemigo, dificultando su funcionamiento.
De ninguna manera, asegura el documento, esto significa no desarrollar “redes
urbanas”, sino que éstas deben
ajustarse a la construcción del frente guerrillero. Este planteo también
aparece en el reciente libro de Torres Molina: “ir creando, en forma
progresiva, un núcleo armado mediante la captura de armamentos y equipos, que
en determinado momento pasará a operar en las zonas rurales, pudiendo
mantenerse, en ese caso, las operaciones urbanas.”[26].
En este sentido, la guerrilla urbana tiene que servir para acrecentar “el poder
de fuego”[27],
capturar “armamentos y equipos”[28]
y acrecentar la capacidad de sus miembros
evitando “deliberadamente” los enfrentamientos armados[29].
Este planteo tal vez discutible desde el punto de vista político y estratégico,
poco ha sido estudiado por la bibliografía existente. Es más, pareciera que el desarrollo
de la guerrilla urbana como eje de las acciones, y el planeamiento de las
organizaciones armadas que se potenció en los setenta, ha borrado la
perspectiva estratégica que destaca la construcción de un frente guerrillero
como prioridad política, descartando rápidamente este argumento a través de la
caricaturización de esa perspectiva cristalizada en la idea de foco. Tareas…, entiendo, señala la importancia
de este planteo y la discusión necesaria que merece una explicación de los
caminos políticos que siguieron las organizaciones políticas de finales de los
sesenta.
Es importante destacar que el planteo de la
imposibilidad del desarrollo de la guerrilla urbana surge principalmente de la
experiencia de “saturación de la ciudad” de la guerrilla aplicada en Argelia[30].
Esta concepción era conocida como la estrategia de la cebolla, consistía principalmente en la realización
del cerco por parte de las fuerzas represivas realizando una saturación de las
ciudades e imposibilitando, por la acción del cerco mismo, la operación de las
guerrillas, y la conformación de un ejército rebelde, ya que la guerrilla rural
es “la condición para la formación de un ejército revolucionario”[31].
El último punto del documento, consiste en
la exposición de “los revolucionarios argentinos en la actual situación
histórica”. Aquí se argumenta la agudización de las condiciones objetivas para
el accionar revolucionario, la presión del imperialismo creciente, citando el
discurso de Fidel Castro del 26 de Julio de 1966[32],
la existencia de condiciones objetivas y “el deber” de la acción revolucionaria
de crear las subjetivas[33],
y fundamentalmente el reconocimiento de derrotas como la de Bolivia para la
vanguardia revolucionaria en concordancia la capacidad de sacar conclusiones y
enseñanzas por parte de las fuerzas represivas. La otra cuestión significativa
es la reivindicación del mensaje de Ernesto Guevara en la Tricontinental
llamando a la creación de “dos, tres, muchos Vietnam…” sugiriendo la
conformación de más de un frente guerrillero que este documento pone en
evidencia al mencionar explícitamente las condiciones para el surgimiento en la
Argentina, y el desarrollo en paralelo de la guerrilla en Bolivia. De esta
forma remarca “la continentalización de la lucha” y la importancia política de
la coordinación y unidad de esfuerzos. Sin embargo se preocupa en señalar
“cuantos han quedado al margen” de la derrota en Bolivia, y la posible
existencia de “traiciones”[34]
que imposibilitaron la coordinación de estos esfuerzos con anticipación a la
derrota de Guevara en Bolivia[35].
Aunque destaca el apoyo total y concreto a
la lucha del ELN en Bolivia, señala que eso no está en contradicción con “la
preparación, instalación y desarrollo de otros frentes guerrilleros”,
claramente señalando a la Argentina como destino de este nuevo frente.
Por último, se destaca la dirección del
Inti Peredo como líder natural de esta organización que coordine las jefaturas
de cada uno de los países bajo su figura.
III.
El análisis de sólo un documento de una
organización política, no alcanza de por sí a dar cuenta de la complejidad y
postura política que, en este caso el ELN, sostiene. Es necesaria una
exposición de carácter histórico que contextualice estas posiciones y las
circunstancias políticas de la misma de la creación de dicho documento. Sin
embargo, debido a la inexistencia de documentos del ELN y al desconocimiento
general de esta organización, que desarrollaba una coordinación regional como
continuidad del proyecto de Ernesto Guevara, entiendo, merece una explicación y
puesta en discusión por sí mismo. La contundencia con la que se afirma y deja
en evidencia la existencia de este proyecto hace de Tareas… un documento clave en la explicación de esta organización.
De aquí la importancia que
tiene su exposición aislada e individual en este trabajo.
Quedan a consideración muchos puntos. En
principio la continuidad en el relevamiento de fuentes e informantes claves
respecto de la fortaleza de estos argumentos, su organización, potencia
política y desarrollo, y, por qué no, de las propias debilidades de la
organización misma que imposibilitó la ejecución plena de este planteamiento
estratégico. También queda pendiente la descripción de las acciones que se
ejecutaron en este plan de acción, y su posible éxito en torno a los objetivos
establecidos. De la misma forma queda fuera de la explicación sostenida arriba,
la potencia política que dicho proyecto supo establecer entre los años
1968-1970 en la mayoría de las organizaciones que postulaban el camino de la
lucha armada. Todos estos puntos intentaré exponerlos en próximos trabajos
respecto al ELN.
Diego Cano
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[1] Citado en Fernández Vega, 291,
2005. Franz Mehring, Karl Kaustky y Rosa Luxemburg realizaron un debate
respecto al momento de la guerra y el grado de violencia en la lucha política,
y por tanto en la lucha de clases de por sí antagónica, el cual ha permanecido
relativamente olvidado en la literatura existente respecto de este problema en
la Argentina.
[2] Para un repaso parcial del
debate reciente ver Omar Acha 2010.
[3] La base metodológica de la
importancia de señalar este documento, más allá de las fuentes orales, la
sustento en base a Portelli, 39, 2006: “El contenido de las fuentes escritas es
independiente de las necesidades del investigador y sus hipótesis; es un texto
estable, el cual solo se puede interpretar. El contenido de las fuentes orales,
por otro lado, depende ampliamente de que el entrevistador pone en cuestión,
dialogo y en la relación personal”.
[4] Según
entrevistas a “Antonio” 2010 y 2011, sobreviviente de la dirección del ELN en
1968/1969 compuesta por Inti Peredo, Elmo Catalán, Luis Stamponi y Carlos Pérez
Betancourt.
[5] Un
avance de investigación del periodo anterior correspondiente a 1966-1967, respecto
a las organizaciones, los militantes, y las principales posiciones políticas,
lo desarrolle en Cano, Diego ¿Estrategia
foquista? La estructura política argentina en la estrategia de revolución de
Ernesto Guevara. Notas preliminares, Revista Izquierdas n° 11, diciembre
2011, pp. 70-87.
[6] Seoane,
88, 1993; Lewinger, Chaves, 56 y 106, 1999; Gillespie, 34, 2009; Anzorena, 130,
1988, Tortti, 153, 1998.
[7] Por ejemplo,
Díaz Bessone, 100, 1988; Asociación Patriótica Argentina. Sin fecha. 102; Terrorismo
en la Argentina. 21. 1979; Rojas, 517, 542, 2001; Vergez, 34-36, 1995; Yofre, 28, 2009; Escobar, 62-64, 1980.
[8] Existen
suposiciones, no comprobables, que parte de la información disponible por los
servicios de seguridad e inteligencia argentinos proviene de la información
entregada por los oficiales de inteligencia cubanos que se pasaron a los
Estados Unidos en París en 1968. Este relato se encuentra en el libro Spy for Fidel de Orlando Castro Hidalgo
quien fue parte de ese grupo. Esta información tiene cierto grado de
verosimilitud, ya que gran parte de los argentinos que entrenaron militarmente
en Cuba pasaron primero por la embajada de dicho país en París.
[9] Frente
a este punto la investigación tropieza con un problema objetivo que es la
relativa poca existencia actual de dirigentes con vida. La represión ha sido
específicamente feroz con el núcleo duro de dirigentes de esta organización,
fundamentalmente debido al carácter de su entrenamiento, capacidades militares
y discusión política. He seguido los criterios de validación de fuentes orales
y escritas según Thompson, 117-120, 1988,
y Saltalamacchia, 26-29, 1992.
[10] En este
punto intento dar una respuesta a las preguntas señaladas por Chama: “La misma
estará guiada por una serie de interrogantes particulares que conectan con
preocupaciones metodológicas y epistemológicas más amplias, relativas al manejo
de datos secundarios en la investigación social: ¿Cuál es la naturaleza de los
datos? ¿Cuál es su aporte fundamental? ¿Cuáles son los problemas que presentan?
¿Qué grado de veracidad o credibilidad puede otorgarse a estas fuentes?”
(Chama, s/p. 2008).
[11] El
Archivo de la DIPBA es un extenso y pormenorizado registro de espionaje
político – ideológico sobre hombres y mujeres a lo largo de medio siglo. La
DIPBA fue creada en agosto de 1956 y funcionó hasta que, en el contexto de una
reforma de la Policía de la Provincia de Buenos Aires en el año 1998, fue
disuelta y cerrado su archivo. Durante
la dictadura la dirigió Ramón Camps. Ver http://www.comisionporlamemoria.org/archivo/
[14] (Olmo, 188, 2002).
[16] El llamado “Banco de Quilmes”
fue una de las últimas operaciones de
recuperación de fondos realizadas por el ELN. La acciones de propaganda armada
más significativas (corroborada en al menos diez entrevistas y en archivo
DIPBA) fueron la quema de los supermercados Minimax el 26 de junio de 1969, y
el “intento de voladura del destacamento “General Güemes”.
[18] (Olmo, 189, 2002).
[19] Chama
ha categorizado los tipos de documentos en tres tipos: “Por un lado, documentos
elaborados por los propios abogados [caso estudiado por Chama], como por
ejemplo, la declaración de principios de la Gremial, su estatuto, artículos
publicados en distintas revistas de la denominada “nueva izquierda”,
comunicados de prensa, conferencias, etc. Por otro lado, aquellos producidos
por los propios agentes de inteligencia (informes, croquis, mapas, etc.) en el
transcurso de sus tareas de vigilancia y control. Por último, los documentos
generados por distintos medios de comunicación acopiados por los servicios de
inteligencia.”. El caso de Tareas… corresponde evidentemente al primer tipo de
documento generado por la propia organización política (ELN). (Chama, s/p,
2008).
[20] La definición de “informante
clave” ha seguido los criterios de “controles de confiabilidad” según
Santalamacchia, 26, 1992.
[22] “Tenemos
en síntesis dos tareas fundamentales y estrechamente ligadas entre sí:
Contribuir al desarrollo de la guerrilla en Bolivia y crear las condiciones
para la instalación de un foco guerrillero en la Argentina”. En Tareas…
[23] En Tareas… “La elección de este tipo de acción debe ser muy cuidadosa,
teniendo en cuenta la necesidad de transmitir a las masas la existencia y el
accionar de la misma.”
[24] Para
una interpretación particular de la guerra revolucionaria ver Torres Molina,
Ramón: Las Guerrillas en Argentina.
Análisis político y militar, Edición De la Campana, Argentina, 2011
[31] Aunque sobre la base de un desarrollo político específico, y
en evidente continuidad con este planteamiento estratégico, el PRT-ERP también
desarrollo un frente rural en Tucumán. Juan Carlos “Cacho” Ledesma ha realizado
algunas críticas respecto a la concepción militar “equivocada” de la conducción
del PRT-ERP respecto de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez en Tucumán: “No
fue un error abrir un frente rural. Fue un error como lo manejamos”. Entrevista
a Juan Carlos “Cacho” Ledesma en Lucha
Armada en la Argentina, año 2, nº 7, pp. 56 a 74, 2006.
[33] Dejó
explícitamente de lado la discusión sobre pertinencia de esta separación entre
las condiciones objetivas y subjetivas, que merece una exposición de mayor
alcance.
[34] Las
comillas señalan un debate profundo en torno a la responsabilidad de los
compromisos asumidos y no cumplidos entre las diversas partes actuantes, que
este documento no explicita.
[35] Respecto
al entrenamiento militar de una cantidad significativa de cuadros procedentes
de Argentina, lo he desarrollado en el texto: ¿Estrategia foquista?...Op. Cit.