miércoles, 21 de septiembre de 2011

Contradicción, enajenación y conciencia individual. Comentarios a la lectura del Hegel de la Fenomenología según Lukács


Nunca mejor usada como hoy, la frase citada por Marx respecto de Hegel el cual era tratado “como un perro muerto”. La lectura, discusión, y desarrollo de las obras de Hegel son marginales en la discusión intelectual en general. El rescate y revaloración de la obra de György Lukács (en adelante: GL) aporta luz sobre este asunto. Su planteo se preocupa por encontrar respuestas en los desarrollos de Hegel. Su libro El joven Hegel y los problemas de la sociedad capitalista, hace eje en una lectura que intenta ser crítica de los avances que el filósofo alemán de principios del siglo diecinueve intenta sortear. En particular en este trabajo se focalizará sobre la lectura particular que hace Lukács de la Fenomenología del Espíritu, y a partir de ahí de su postura frente al desarrollo de Hegel en general. Se trabaja de manera exclusiva este texto sobre el Joven Hegel contraponiendo externamente la interpretación propia de lo que está presente en Hegel con lo que Lukács entendemos interpreta del mismo texto. GL es un autor muy prolífico que es conocida que ha revisado críticamente de manera profunda sus trabajos anteriores, por eso el énfasis solo se circunscriben a este texto.

Habitualmente, por un lado, se señala como crítica del planteo teórico de Lukács su idealismo, y por otro lado —en una versión más simple— se afirma que el solo hecho de hablar de Hegel, Lukács hace una apropiación “correcta” del despliegue de la dialéctica, se convierte en tipo particular de hegeliano.

Por el contrario, se entiende que esta lectura particular del filósofo alemán realizada por Lukács encierra, por su misma forma, el problema de la acción política como una abstracta acción producto de la conciencia individual —y de la voluntad que emana de ella—, quedando así prisionero de los propios argumentos que él afirma quererenfrentarse. Se intentara mostrar que este afirmarse individual como surgiendo de los distintos momentos que la conciencia va tomando en su propio desarrollo, no es más que una lectura unilateral de La Fenomenología del Espíritu que lejos esta de lo que la exposición misma de Hegel pretende poner de relieve. El afirmarse de su devenir particular de la conciencia individual , del conocimiento, de la ciencia, como algo separado del propio devenir de la sustancia, del espíritu mismo en su propio movimiento, es un afirmarse que al separarse así de ella, se lo puede denominar abstracto, por fuera de su ser. Esta conciencia —Hegel remarca permanentemente— es un momento necesario en su despliegue de la plena expresión de la interioridad del sujeto individual que debe esta interioridad a la sustancia misma que es el sujeto que pone en movimiento la cosa. Por tanto, esa sustancia, ese Espíritu, pone en movimiento, le da sentido a la conciencia individual. Ese reconocerse individual en su necesidad que no está en ella, no es un simple avanzar del conocimiento, es un avanzar que se reconoce expresión de las potencias del sujeto que él expresa. Ahí está el extrañamiento pleno en la conciencia sensible que se fija en la inmediatez y por tanto es solo el primer paso de ese recuperar lo extrañado, lo alienado del colocarse fuera, con la diferencia de ser uno, algo diferente, particular de ese sujeto que él expresa. Pero esa conciencia no se queda ahí. No tiene enfrente el próximo paso del desarrollo como afirmado simplemente exterior. Es su propia condición de expresión del Espíritu que encierra en sí mismo realizarse en la siguiente forma que tiene en potencia. No es algo y otro, como aparece en las formas en que Lukács parece entender la dialéctica, como “la conexión”[1] entre cosas separadas puestas en relación porque él las afirma[2]. Es raro encontrar en Hegel mismo una explicación afirmada de que es la dialéctica, porque el movimiento mismo de la sustancia como sujeto en la exposición de la misma en su interioridad que se despliega como ciencia, ese mismo proceso, es lo que se puede denominar como dialéctica en sí misma.

Esta necesidad de su propio avanzar que esta fuera del individuo —mal llamado sujeto—, suele tomarse como determinismo. Parece que no pudiera pensarse siquiera la posibilidad de que la necesidad de lo que uno es sea puesta por algo que no está en uno. No solo eso sino que la necesidad que se realiza en uno tendrían una no actividad en su reconocimiento. Cabría preguntarse qué es una no actividad, ya la existencia en sí encierra alguna forma de ella. Por tanto, esta incapacidad de apropiarse de la propia determinación—por llamarlo de alguna forma—, tiene que ver con la forma que toma la conciencia en este modo de producción en particular. No es en este terreno en el que se meterá esta crítica, simplemente porque, aunque sea el objetivo último de Lukács la cosificación de la conciencia en el modo de producción capitalista, la forma misma del conocer ya tiene metido adentro esta incapacidad como impotencia de ella, como forma misma de conciencia. El afirmar las cosas en su individualidad puesta en una relación constructiva por una conciencia, en contraposición a mostrar la necesidad que encierra una, y cada cosa, de realizarse en otro, es el eje del contenido, de lo significativo, reconocido, y expuesto de manera objetiva por Hegel de manera original. Es él quien señala esto de manera general, y es ahí donde Lukács va a buscarlo, pero parece no encontrarlo. Justamente Hegel muestra, en su ideal desarrollo del Espíritu, de la idea misma y por sí misma, la fuerza con que este Espíritu, esa sustancia como sujeto, se expresa en la experiencia de la conciencia individual, esa experiencia de la conciencia que La Fenomenología del Espíritu muestra en tanto detalle. Por eso la unilateralidad de Lukács, el tan acusado voluntarismo de su pensamiento, justamente solo se posa sobre el abstracto desarrollo de la conciencia que este libro de Hegel se ocupa. Pero con la dificultad que siendo para Lukács el desarrollo solo de a saltos, su exposición se convierte en lo contrario de lo que declama. Por su misma forma, su interpretación, se aferra a una forma de conocer que no penetra en la necesidad inmanente del ser, sino que se queda en unas formas abstractas aisladas puestas en relación (eso sí contradictoria) por Lukács mismo que se asemejan mucho a las “monadas” de Leibniz, o al atomismo, ya criticados largamente por el mismo Hegel, aunque no se quede en ese simple afirmar.


Bibliografía

Diderot,Denis, El Sobrino de Rameu. Ediciones Cátedra. Madrid. 1985.

Lukács, György. El Joven Hegel y los problemas de la sociedad capitalista. Editora Nacional, Madrid. 2002.

Hegel, G.W.F. traducción, notas y glosario de Manuel Jiménez Redondo Fenomenología del Espíritu. G.W.F. Hegel Pre-Textos. Valencia. 2006.

Hegel, G.W.F. traducción, notas y glosario de Llanos, Alfredo, Fenomenología del Espíritu. Editorial Rescate. Buenos Aires. 1991.

Hegel, G.W.F. Lecciones sobre estética, traducción Alfredo Brotóns Muñoz. Editorial Akal. 1989.

Hegel, G.W.F. traducción, Wenceslao Roces, Fenomenología del Espíritu. Editorial Fondo de Cultura Económica, novena edición. Buenos Aires. 1993.

Hegel, G.W.F. Phänomenologie des Geistes. Felix Meiner Verlag. Hamburgo, 2006

Iñigo Carrera, Juan, El método dialéctico. Crítica de la teoría científica. Capítulo 7. En El Capital: razón histórica, sujeto revolucionario y conciencia. Editorial Imago Mundi. Buenos Aires. 2008

Marx, Karl, Collected Works. Volume 43 Marx and Engeles 1869-1870. International Publisher. New York. 1975.

Marx, Karl, Revelaciones sobre el Proceso de los comunistas de Colonia. Editorial Lautaro, Buenos Aires 1946.

Starosta, Guido, Scientific Knowledge and Political Action: On the Antinomies of Lukács´Thought in History and Class Consciounesness. En revista Sciencie & Society, vol. 67 nº 1, pág. 39-67. spring 2003.

Zubiri, Xavier, Naturaleza, historia, dios. Editora Nacional Madrid. 1974


[1] Conexión y relación son dos palabras que aparecen permanentemente en el texto de Lukács asociados a la palabra dialéctica.

[2] El “concepto” de praxis, usado en próximos trabajos por Lukács, encierra esta formalidad. Separa lo inseparable. El pensamiento que organiza la acción, y la acción misma que brota de ella. Los une en la exterioridad de la “teoría” por un lado, y la “práctica”. No como dos momentos de la práctica, uno el de la acción de organizar lo forma en que se efectiviza.

martes, 20 de septiembre de 2011

Karl Marx 1859-1860. Europa, la emigración alemana, la participación en Das Volk, y los artículos del NYDT


La emigración alemana después de la revolución del ´48 fue muy significativa principalmente porque obviamente la conformaron los activistas de los intentos revolucionarios de 1848. Esta emigración en su mayor parte fue a parar a Suiza, Inglaterra y los Estados Unidos.
Muchos de estos emigrados continuaron de alguna forma u otra vinculados, con actividades de discusión y organización de sus posiciones con respecto a lo que estaba sucediendo en Alemainia, y a cual debería ser el posicionamiento de los emigrados frente a la evolución de la política europea[1].
Centralmente los alemanes estaban respresentados por los denominados democrátas que habían participado activamente en la revolución del ´48, pero tenían posiciones más moderadas que los que se denominaban revolucionarios, dentro de los cuales había también bastante heterogeneidad. Muchos de ellos continuaron trabajando en actividades que requerían cierto desarrollo de la conciencia, como ser publicación de diarios principalmente concentrados en discusión de lo que sucedía en Europa en esos momentos, realizados en su propio idioma, o la publicación de folletos para la agitación de difusión dentro de la emigración, algunos de ellos que llegaban a circular dentro de Alemania mismo. En 1859 los demócratas de Londres estaban organizados en torno a un diario de circulación relevante entre los emigrados de nombre Hermann, su líder era Gottfried Kinkel.
Das Volk diario semanal en alemán publicado en Londres desde 7 de mayo de 1859, venía a confrontar con esa posición.
El diario tuvo poca vida solo un poco más de tres meses hasta su cierre el 20 de agosto de 1859 por falta y problemas de fondos que reflejaban la dificultad de difusión. Fue fundado como órgano de Sociedad de eduación de los trabajadores alemanes de Londres. El primer número aparecio bajo la edición de Elard Biskamp. A partir del segundo número Marx comenzó a tener activa participación, como consulta, editando artículos, organizando el material, del número 6 del 11 de Junio la editorial nombró oficialmente a Frederick Engels, Karl Marx Wilhelm Wolff, Ferdinand Freiligrath y Heinrich Heise como colaboradores. El primer artículo de Marx fue Spree y Mincio[2] del 25 de Junio de 1859, mucho antes de que la controversia con Vogt se escalara, pero casi inmediato a la discución con él y Lasalle sobre la oposición a tomar sobre la guerra en Italia. Ya en ese primer artículo Marx acusa a Vogt de servir de mono de la crítica para calmar las armas de la polémica:
“Sabemos que Voltaire tenía tres monos en Ferney a quienes había puesto los nombres de sus cuatro oponentes literarios Fréron, Beaumelle, Nonnotte y Franc de Pompignan. No transcurría un día sin que el escritor los alimentara personalmente, los pateara liberalmente, tirara de sus orejas, les clavares alfileres en sus narices, pisara sus colas, los vistiera con capuchas de clérigos y los maltratara de cualquier forma posible. El viejo hombre de Ferney necesitaba estos monos de la crítica para poder deshacerse de su mal genio, satisfacer su odio y calmar su miedo ante las armas de la polémica, de la misma manera en que Luis Bonaparte necesita los monos de la revolución en Italia. Y Kossuth, Klapka, Vogt y Garibaldi son también alimentados, se les da collares de oro, se los mantiene encerrados bajo llave, engañados o pateados. Esto depende de si en el humor de su amo domina el odio a la revolución o miedo a la misma. Los monos de la revolución deben, entonces, ser sus víctimas; deben asegurarle al hombre del 2 de diciembre un armisticio de parte del partido revolucionario, para que pueda, sin inconvenientes, destruir el arsenal de bombas tipo Orsini, caer sobre el enemigo y estrangularlo. Ese enemigo de quien tuvo miedo por tanto tiempo en la Tullerías, en su propio campo.
El Imperio debe buscar la paz una vez más, o habrán sido en vano los excesos llevados a cabo, los perjuicios cometidos y las humillaciones sufridas para establecerlo. Un Imperio que se encuentra inseguro por las bombas revolucionarias, sociedades secretas, la burguesía insolente y soldados sin controles es intolerable Marchons! Aquí está la fama, aquí estás las ideas napoleónicas, libertad, nacionalidad, independencia, todo lo que quieran pero marchons, marchons! (Marchen)[3]
Marx a partir de julio hasta el final del diario quedo virtualmente como responsable y editor del diario. Los principales temas que desarrollaban se vinculaban a la problemática europea y la reciente guerra de Italia, y la política revolucionaria alemana a ser llevada frente a esto. Es interesante relatar la postura inicial de Marx para colaborar en el periodico. En carta a Engels del 18 de mayo de 1859 le dice que Biskamp había ido a verlo para que colabore y según lo que Marx le dice a Engels su respuesta fue:
“Le dije que nosotros no contribuiriamos directamente en un pequeño diario por este asunto, si cualquier diario partidario en el que nosotros directamente editemos.”
Y prosigue más adelante justificando la propia participación:
“Considero Das Volk como que va a ser un diletante periodicucho como nuestros diarios de “Bruselas” y “Paris”[4]. Pero encubierto y sin intervención directa nosotros podemos usarlo para generarle preocupaciones a Gottfried[5], etc, etc. Otra vez, el momento que esta por venir, y muy pronto, cuando será de crucial importancia que, no solo nuestro enemigos, pero también nosotros mismo debemos poder publicar nuestro parecer [Ansicht] en Londres.[6]
Pero que el contenido que centralmente Das Volk desarrollo fue la polémica sobre que posición tomar frente a la guerra. Marx y Engels sostenian una posición donde Alemania no interviniese en la guerra y dejara a los propios italianos el trabajo de realizar su unidad, sin embargo al mismo tiempo evidentemente sostenian que Luis Napoleon, aunque bajo el ropaje de la liberación de Italia, pretendía extender aún mas sus dominios ademas de liberarse de la presión interna revolucionaria que lo obligaba a buscar la solución en ese potencial conflicto al realizar las propias expectativas pero en territorio ajeno. Los articulos de NYDT ejemplifican esta posición, así como también los artículos de Das Volk donde siendo el público exclusivamente de la emigración alemana en Inglaterra reforzaban el caracter revolucionaro de esta propuesta.
Engels en NYDT dice:
“la máxima política de Austria [es] que la línea de Mincio es necesaria para la defensa de Alemania, y que el Rin debe ser defendido en el Po.[7]
Y sigue:
“La indirecta defensa del sur de la frontera alemana es, por cierto, la mejor respuesta para los austriacos defender la ocupación de Italia –que la línea de Mincio es la frontera natural de Alemania en el sur.”pág 188.
Y más adelante:
“Dejemos a Alemania retener el Tirol con mano dura, y ella puede tranquilamente dejar a los italianos planificar tenerlo todo en su propio camino”.
Estas pocas líneas ayudan a entrever la posición de Marx y Engels, no intervención de Alemania en la guerra porque Italia debe liberarse por si misma del dominio austriaco, y por tanto no apoyo a la pseudo liberación de Italia por parte de Bonaparte. Esto tampoco significaba como algunos comentaristas creen entender, el apoyo total a Austria[8], ya que criticaban también el apoyo el apoyo al imperio asutriaco encontra de la posición de que la frontera alemana del río Rin se defendia en en río Mincio en Italia. Estas posiciones fueron ampliamente desarrolladas desde el punto de vista militar en los artículos de Engels Po y Rin[9], y Savoya, Po y Rin ambos publicados de manera anónima en Berlin.
Marx y Engels iban forjando posiciones propias en la preparación del material para la publicación de los artículos del NYDT respecto de la evolución de la política europea, posiciones que después la trasladaban para la emigración alemana. La magnitud de tiempo de trabajo dedicado a estos artículos de, en general, mucho y diverso contenido para el NYDT, y la constante entrega ya que Marx debía enviar casi todos los martes y viernes artículos, hacen perder de vista la centralidad e influencia de este trabajo. Sus contenidos además estaban imbrincados con las posiciones sostenidas por Marx y Engels, tema que en general es poco tratado. Lamentablemente para Marx y Engels, esos artículos eran solo leídos por los lectores del diario norteamericano entre los que se encontraban una gran cantidad de emigrados alemanes de la revolución, los llamados forty-eighters [los del cuarenta ocho], pero de escasa llegada en Europa.
Tal como Marx le escribe a Lasalle el 25 de febrero de 1959 con la intención de publicar lo que después será el artículo Po y Rin de Engels, sintetizando ahí la posición conjunta de ellos al respecto:
“Contenido principal: probar militarmente, por ejemplo basado en la ciencia militar, que toda la razón adelantadas por el efecto de Austria debe tener la línea de Mincio para proteger a Alemania, corresponde precisamente al argumento de que Francia debe tener la frontera del Rin para poder protegerse ella misma; además que, donde los intereses austriacos en la línea de Mincio esta considerada, como en Alemania, como un solo poder es nada, y que Italia debería siempre ser dominada militarmente por Alemania asi como todo Suiza no es francesa. La cosa es principalmente dirijida contra el Sr. Bonaparte –desde un punto de vista nacional, por supuesto.[10]”.
En la carta anexa del 25 de febrero de 1859 queda expreso como Marx coordina posteriomente con Engels que la publicación de este articulo a desarrollar por Engels en Po y Rin basado en este artículo de NYDT y el punto de Lasalle como vehículo para poder publicarlo en Alemania, al mismo tiempo que la publicación de La Contribuición, y esta conjuntamente amarrado con la estrategia de mostrar a los “perros democratas y liberales de cuarta [riff-raff]”.
Es importante mencionar brevemente que ya Engels en una serie de articulos publicados en el NYDT denominados posteriomente Revolucion y contrarevolucion en Alemania, decia que los demócratas habian dejado que se aplastasen los movimientos insurreccionales del ´48 haciendo responsble de estos a Carl Vogt[11]. Esta lucha contra la posiciones de los demócratas y su posición frente a la revolución en Alemania se ve fuertemente reflejada en todo Herr Vogt, en donde capítulos y partes enteras donde se muestran con ironías cuando faltan datos, y con información recibidas por cartas de amigos, las incoherencias y falta de contenido por parte de la oposición demócrata que por detrás de una aparente fachada contestaría se encontraba la reacción.
Pero tal como señala Jansen el conflicto con los demócratas ahora giraba en torno a Bonaparte, ya que el bonapartismo para Marx y Engels llegó a ser el régimen demagogico autoritario por excelencia, como un peligro contra el que se debía proteger incluso el estado multinacional de Austria. Según Jansen “Marx se acercó dificultosamente a una manera de ver teórico consipirativa, la cual divisaron en Rusia las fuentes de todas las tendencias anti-emancipatorias del siglo XIX…[12]
Sobre la actitud de los emigrados Marx se preguntaba en septiembre de 1858 en una articulo traducido de Mazzini al ingles para el NYDT “Con él [Mazzini] las todo-absorbentes preguntas recuerdan todavía-porque los Refugiados, como cuerpo, han fallado en sus intentos de renovar el mundo; y todavía él se ocupa el mismo advirtiendo panaceas para la cura de su páralisis politica”.
Marx en un artículo denominado Austria, Prusia y Alemania[13] sobre la posición en la guerra dice
“..Esta es, finalmente, el partido pseudo-democratico, quien parece estar tan exasperado por la brutalidad austriaca, como para percibir liberalismo en la parte del heroe de Diciembre. Yo tal vez declaro que algunos miembros del ultimo mencionado partido han positivamente sido comprados por el oro napoleonico, y que el gran gerete de este comercio de conciencia reside en Suiza, siendo él mismo no solo alemán, sino también un ex -miembro de la Asamblea Nacional Alemana de 1848[14], y un escandoloso radical.[15]
Tal vez es poco probable que Vogt haya leido este articulo publicado en ingles en los Estados Unidos, pero la comunidad alemana en Londres ya a principios de mayo un mes antes de su publicación en su articulo ya seguramente comentaba directamente la posible situación de que Carl Vogt estaba prestando servicios pagos para Luis Bonaparte. Hay que notar que este articulo de Marx escrito el 10 de mayo fue escrito el día despues que él se encontró en una reunión realizada por Urqhuart con Karl Brlind quien le habria dicho que se habia enterado de que Vogt estaria siendo financiado por Bonaparte[16].
Finalmente se puede decir que, aunque con desarrollos firmementes establecidos frente a la posición a sostener en la política europea, los medios a su alcance para su difusión eran escazos, y la necesidad de escuchar estas posiciones no parecía estar presente, frente recursos sostenidamente superiores de por ejemplo los demócratas.

Diego Cano



[1] Use de referencia para esta sintesís: Ashton, Rosemary, “Little Germany, german refugees in Victorian Britain”, Oxford University Press, 1989. Sheehan, James J. “German history, 1770-1866”, Editorial The Oxford history of modern europe, US, 1989. Wittke, Carl, “Refugees of revolution, the german forty-eighters in America”, University of Pennsylvania, 1952.
Y sigue siendo de gran relevancia el libro de Marx Marx, Carlos, “Revelaciones sobre el proceso de los comunistas de Colonia” Colección El Pensamiento Marxista. Editorial Lautaro. 1946. Buenos Aires. Traducción D. Licitra.
[2] Ver anexo 20, adjunto.
[3] Idem.
[4] Por el diario de Bruselas se refiere a Deutsche-Brüsseler-Zeitung y el de Paris Vorwärts!.
[5] La referencia es a Gottfried Kinkel líder del denominados pequenos burguese alemanes emigrados a Londres. Kinkel fue sentenciado por la orte prusiana en 1850 por lolevantamientos en Baden-Palatina por lo que después emigro. Pero su principal actividad por la que lo menciona Marx es que era el editor de Hermann periodico de la colectividad alemana de amplia difusión en Inglaterra.
[6] En carta Marx a Engels,18 de mayo de 1859, Pág. 439 MECW, Vol. 40. Traducción propia. Revsión en el original en Marx, Karl, Engels, Friedrich, “Briefwechsel” op. Cit. Pág. 479.
[7] En Los austriacos esperan en Italia. NYDT publicado el 4 de marzo de 1859. En MECW, Vol. 16, Pág. 184.
[8] No hay que dejar de mencionar que fuertemente planteado en Marx que por detrás de esta estrategia estaba Rusia que cuanto más debilitado este el imperio austriaco más podía avanzar en sus aspiraciones sobre su este de europa.Marx sostenía que si Alemania intervenía a favor de Austria en la guerra de Italia, Rusia argumentaría que intervendría a favor de Francia contra Prusia y Alemania toda. El 15 de septiembre de 1860 le dice a Lasalle, “4. Respecto a a tu actitud respecto de Rusia, creo que estas errado. La vsión que yo y Engels hemos formado es un poco independiente, habiendo realizado, diría, laboriosos desarrollos en estos años en base al estudio de la diplomacia Rusa.La verdad Ruasia es odiada en Alemania y, en nuestro primer número de Neue Rheinische Zeitung, nosotros presntamos una guerra anti-rusa como una misión revolucionaria para Alemania. Pero odiar y comprender son dos cosas totalmente difrentes” pág. 193 MECW Vol 41. Traducción propia.
[9] “Pero la suma y substancia de tod este trabajo es que nosotros los alemanes haríamos un muy buen trato si pudiesemos intercambiar el Po, el Mincio, el Etsch y toda Italia de porquería [Plunder] por unidad, la cual nos protegería de la repetición de Varsovia y Bronzell, y la que ella sola nos har;ia más fuertes interna y externamente” Po y Rin MECW Vol. 16. pág. 255. Traducción propia.
[10] En carta de Marx a Lasalle 25 de febrero de 1859, MECW Vol. 40, pág. 392. Traducción propia.
[11] En este Engels menciona: “…¿Qué debia hacer, pues la Asamblea nacional de Francfort ort para evitar el seguro fracaso que la manezaba? Ante todo, aclarar la situación y converserse de que no habia otra salida que somerterse a los gobiernos incondicionalmente o adoptar la causa de la insurreccion armada sin reservas ni tiubeos. Segundo, reconocer publicamente todas las insurreccionesque ya hbian estallado y llamar en todas partes al pueblo, a empunar las armas en defensa de la representacion nacional, poniendo fuera de la ley a todos los principes, ministros y demas personajes que se atrevieran a oponerse a la soberania del pueblo represnetado por sus mandatarios. Tercero, destituir en el acto al regente imperial de Alemania y fundar un comité ejecutivo fuerte, activo, que no retrocediera ante nada, llamar a las tropas rebeldes a Francfort para contar inmediatmente con su proteccion, ofreciendo asi al propio tiempo un pretexto legal para extender la sedicio, organizar en un cuerpo compacto todas las fuerzas a su disposicion y aprvechar rapidamente, sintardanza ni titubeos, todomedio propicio para reforzar suposicion y debilitar la de sus adversarios.
Los virtuosos democratas de la Asamblea de Francfort hicieron precisamente todolo contrario. No contentos con dejar que las cosas transcurriesen según su curso natural, estos venrables varones fueron tan lejos que con su oposicion dejaron que se aplastasen los movimientos insurreccionales que seestaban preparando. Así obró, por ejemplo, el senor Carl Vogt en Nuremberg. Tolerando que se aplastaran las insurrecciones de Sajonia, la Prusia renan y Westfalaia sin mas ayuda que d ela protesta póstuma y sentimental contra la insencible violencia del gobierno prusiano. Mantuvieron en secreto relaciones diplomaticas con la insurreccion del sur de Alemania, pero no le concedieron la ayuda de reconocerla publicamente. Sabian queel regente del imperio estaba al lado delos gobierns, y a pesarde ello, lo exhortaban, sin hacer en ningún caso, a oponerse a las intrigas de estos gobiernos. Los ministros del imperio, todos los viejos conservadores, ridiculizaban por doquier estaimpotente asamblea, y ellos lo toleraban. Y Cuando Wilhem Wolff, diputado de Silesia y uno de losredactores de Neue Rheinische Zeitung, los conmino a quela asamblea pusiera fuera de la ley al regente del imperio, que era, como decía en verdad Wolff, el primer y mayor traidor del nación! En suma, que siguieron ahablando, protestando, clamando y perorando, pero nunca con valentia ni intenciones de actuar imperio, ¡esos democratas revolucionarios le taparon la boca con unánimes gritos de virtuosa ….” pág. 191 y 192. En La cuestión nacional y la formación de los estados. K Marx Y F Engels, Cuadernos 69 de Pasado y Presente. 1980 Mexico.
[12] Jansen, Christian, “Politischer Streit mit harten Bandagen. Zur brieflichen Kommunikation unter den emigrierten Achundvierzigern –unter besonderer Berücksichtigung der Kontroverse zwischen Marx und Vogt” [Batalla política con duros vendajes. Acerca del intercambio epistolar entre los 48 emigrantes –bajo la particular consideración de la controversia existente entre Marx y Vogt] Akademie Verlag, Berlin, 2002. Págs. 52. Traducción propia.
[13] Escrito 10 de mayo publicado el 27 de mayo en la NYDT, en MECW, Vol. 16.págs 310 a 314
[14] Clara alusión a Carl Vogt.
[15] Idem, pág. 313.
[16] A Engels le confirma la información que habría obtenido en la reunión organizada por Urqhuart a través de Blind en su carta de l6 de mayo de 1859 con la siguiente frase “El ex – imperial regente Vogt ha vendido su propia alma a Bonaparte”. MECW. Vol. 40. Pág 434 Traducción propia.

martes, 13 de septiembre de 2011

Jornadas Internacionales José María Aricó


Insurrección armada. Marianetti, Lora y Jauregui


La confusión entre el momento estrictamente militar y el momento general de la política, tan usual hasta el craso sentido común predominante hoy en las Ciencias Sociales argentinas, le quita esencialidad propia al primero, con consecuencias directas sobre las acciones por encarar bajo esos parámetros. Un desarrollo positivo de este problema en base a las experiencias rusa, chinas, vietnamitas y alemanas ha sido desarrollado en el libro La Insurrección Armada[1]. Libro difícil de encontrar y sobre el cual hay una completa falta de discusión. Una nueva edición merecería una puesta en problema sobre las formas militares de la insurrección.

Quien sugirió la publicación de este libro a la Rosa Blindada fue Emilio Jauregui (la colección lleva su nombre). Su importante entrenamiento militar realizado en Cuba en 1967 le hacía considerar la centralidad de este problema.

Guillermo Lora lo cita en su libro Revolución y foquismo, critica marxista al ultra izquierdismo aventurero[2]. como “un acertado análisis”.

Ya en los años ´30 Benito Marianetti, había señalado que “…la situación política en la cual se presentará la toma del poder como una cuestión práctica (es decir, en caso de crecimiento rápido de las disposiciones revolucionarias entre los trabajadores, de grandes oscilaciones de la pequeña burguesía y de debilitación del aparato gubernamental burgués), permitirá al proletariado, con una buena dirección en el Partido, adquirir armas, comprándolas, desarmando a la ligas fascistas, apoderándose de ciertos depósitos, fabricándolas (primitiva al menos), y armar a la organización de combate de manera suficiente, por lo menos para garantizar, en el momento de la insurrección, el éxito de las tentativas para proporcionarse otras”[3].


[1] La Insurrección Armada[1], A. Neuberg. Ed. La Rosa Blindada. 1972.

[2] Guillermo Lora Revolución y foquismo, critica marxista al ultra izquierdismo aventurero[2]. 2ª edición. Buenos Aires, Argentina. 1978

[3] En Marianetti, Benito: La conquista del Poder, Colección Claridad, S/f, p. 106;

lunes, 12 de septiembre de 2011

La producción literaria de Marx (desde 1840 hasta 1883) – un biorritmo fundado y materialista. Por Raúl Rojas


De muy pocos autores de las ciencias sociales existen en forma tan detenida y detallada tantas indagaciones como sobre Karl Marx. En tanto se cuenta solo con fuentes de trabajo similares para David Ricardo o de Adam Smith ellos se comportan de una manera completamente distinta a la de Marx. Ya en la MEW –Edición, se encuentran escritos y cartas, que se remontan al año 1837 y abarcan el periodo que va hasta la muerte de Marx. En la nueva MEGA – Edición se completó luego la recopilación de los escritos de Marx. La MEGA – Edición se subdivide en cuatro partes: en la 1ra están impresos los escritos y artículos, los cuales fueron publicados por regla general en vida de Marx “o Engels”; en la 2da parte fueron publicados a partir de 1857 los trabajos previos para “El Capital”; en la 3ra parte se publicaron las cartas de Marx y Engels; en tanto que la 4ta parte está reservada para los cuadernos que contenían extractos de Marx.

Pero esto no es todo: luego de la muerte de Engels, una buena parte de la biblioteca de éste y de Marx se convirtió en un patrimonio de la democracia social alemana. De estos libros existe un inventario, que permite un conocimiento o una mirada de las fuentes utilizadas por ambos autores (compárese con Kaiser 1967). Por otro lado, Marx y Engels fueron redactores aplicados de cartas y diferentes comunicaciones. La correspondencia dirigida entre ambos y con correligionarios permitió reconstruir la cronología científica y pública de la vida de Marx (Draper 1985). Actualmente podemos incluso recurrir a informes políticos, para mirar en torno a la vida de Marx y Engels.

La cantidad de trabajo literario de Marx es impresionante. Consideramos esta cuestión en la ilustración 1. Allí intentamos sistematizar los escritos y cartas producidos por Marx desde 1840 hasta 1883 dentro de una visión general, bajo un punto de vista sencillo: La ilustración muestra, cuantos lados impresos de estos escritos se llenaron año tras año. Pese a que el criterio utilizado es simple, el gráfico nos puede describir en forma estupenda sobre las diversas etapas de la vida de Marx.


Por primera vez efectuamos la curva de la cantidad de páginas de las cartas. La curva repunta acentuadamente hacia arriba a partir de 1850. Esto no es milagroso, sucede que Marx se trasladó a Londres en 1849 y con esto se distanció por primera vez y por largo tiempo de Engels, quien se mudó a Manchester. Allí la correspondencia entre ambos, algo así como los dos tercios de la correspondencia general, por tanto entonces se podría esperar realmente este aumento en la correspondencia. A partir de 1870, la curva cae en forma marcada, esta vez por un motivo opuesto: Engels se trasladó a Londres, y después de eso él se apartó de sus actividades empresariales. La curva de las cartas tuvo además tres máximas locales: 1852, cuando el proceso contra los comunistas en Colonia alcanzó su punto más elevado y Marx y la alianza de los comunistas se esforzaron a favor de la absolución; 1860, cuando Marx recopiló material contra Karl Vogt (por su obra “Herr Vogt”); y 1868, cuando la Organización Internacional del Trabajo se ubicó en su punto más alto.

No solo la curva de las cartas muestra la pulsión de la vida de Marx en paralelo con los eventos políticos y sociales de su tiempo. También la 2da curva, la curva de las obras publicadas, nos ofrece una explicación sobre el trabajo de Marx durante el periodo de 40 años que aquí nos ocupa. Algunos momentos importantes, que coinciden con el repunte de la curva, son mencionados seguidamente: la fase desde 1844 hasta 1846, durante la cual Marx hizo imprimir sus primeras y más tempranas obras (como por ej. “Heilige Familie” ‘La Sagrada Familia’); en la fase desde 1847 hasta 1850, Marx publicó fundamentales trabajos como “Elend der Philosophie” ‘Necesidad de la filosofía’, y ante todo una serie completa de artículos para el periódico “Neue Rheinische Zeitung” (Nueva Gazeta Renana); en la fase que va de 1851 a 1862 Marx publicó muchos artículos políticos y económicos en el periódico americano “New Daily Tribune”; el cuarto máximo local (“das vierte lokale Maximum”) de la curva pertenece al escrito o la redacción durante 1866-1867 del 1er volumen de “El Capital”; el último aumento en la curva atañe al periodo 1870-1872, durante el cual se analizaron y discutieron la comuna de París, la guerra franco-prusiana y la definición de la Internacional. Así como a partir de 1872 la correspondencia de Marx disminuyó marcadamente, esto también ocurrió con sus obras y artículos publicados. Durante los últimos diez años de su vida, Marx fue un hombre sano y extenuado. Lo que él consiguió en esos años, no solo lo realizó en una fracción de ese periodo, él produjo su obra desde 1840 hasta 1872.

La tercera y última curva muestra los periodos, en los cuales Marx se dedicó a sus estudios económicos. En la curva hay, sobre todo, cinco fases marcadas: la 1era fase va de 1843 a 1848 y cubre el periodo en el cual Marx escribió sus cuadernos políticos (“politische Hefte”) y realizó el primer ensayo o intento para redactar su “Ökonomie” (‘economía’) (con los Manuscritos económico-filosóficos) y en los cuales él comenzó el “Brüsseler Hefte” (‘cuaderno de Bruselas). La 2da fase se extiende desde 1850 hasta 1853, y este es el periodo en el cual Marx efectuó sus más amplios estudios teóricos sobre el dinero (en los “London Heften” (‘cuadernos de Londres’). La 3era fase (1857-1859) abarcó el periodo de trabajo de Marx para el “Grundrisse der Kritik der politische Ökonomie” (‘esquemas de la crítica de la economía política’) y la publicación del llamado “Ersten Heftes” (‘primer o primeros cuadernos’). La 4ta y 5ta fase significan propia y conjuntamente: lo que fue la más gigantesca erupción o estallido de trabajo de toda la vida de Marx. Desde 1861 hasta 1866, Marx escribió casi sin interrupción el enorme Manuscrito “Zur Kritik der politischen Ökonomie” (‘Para la crítica de la economía política’) y el boceto del 1er volumen de “El Capital”. Esto fue un verdadero “finale furioso”, del cual deriva el 1er volumen de “El Capital”, para coronar finalmente su empeño o esfuerzo que le demandó casi 23 años. Luego del 1er volumen de “El Capital”, Marx no fue nuevamente capaz de concluir los volúmenes posteriores de su obra.

Cuando se tienen presente todas estas indicaciones sobre la naturaleza de la curva de la producción literaria de Marx, se modifica la importancia relativa de la curva misma. Ella proviene de un probable y arbitrario uso matemático acerca de un documento dramático desde y durante su vida y del trabajo teórico de los más significativos Teóricos y Prácticos socialistas de los últimos dos siglos.

Comentario

Las indicaciones sobre la cantidad de páginas de las cartas y obras publicadas fueron tomadas de la MEW-Ausgabe. Por la cantidad de páginas de los extractos y trabajos previos para “El Capital” se utilizó la MEGA-Ausgabe. Esto debe ser considerado, ya que la 2da y la 4ta de la sección MEGA todavía no está completamente disponible.

Literatura

Bruno Kaiser; Ex Libris Karl Marx y Friedrich Engels

Raúl Rojas: “Die literatishe Produktion von Marx im Zeintraum 1840-1883 – ein materialistisch fundierter Bio-Rhythmus”, en: PROKLA, 72, 18 Jahrang, 1988, Nº 3, pp. 117-120.En http://www.prokla.de/wp/wp-content/uploads/1988/Prokla72.pdf