Discutir O´Donnell. Estado, alianzas, economía, las determinaciones generales y específicas de la Argentina. ¿Flota la determinación estructural?[1]
Expondré un planteo polémico respecto del texto Guillermo O´Donnell “Estado y alianzas en la Argentina, 1956-1976” muy conocido y reproducido en la carrera de Ciencia Política de la UBA[2]. Esta crítica no pretende ser un desarrollo positivo del período 1966-1976, solo intentaré poner en discusión —lo que entiendo— son las ideas centrales del texto[3]. O´Donnell expresa lo que se intenta denominar desde las ciencias sociales, como una explicación de la unidad de las determinaciones económicas y las formas políticas. Tal como lo señala Brodershon, “Estado y alianzas…” intentaría dar cuenta del período desde “el conjunto de estructuras y procesos sociales”[4].
Desde el comienzo O´Donnell parece proponerse desarrollar las determinaciones que encierra el proceso de acumulación, buscando las razones de los conflictos inusitados y la aguda activación política. Inclusive parece plantear de entrada una supuesta discusión con la concepción de empate hegemónico, dando una respuesta diferente que la de Portantiero al porque se han generado las relaciones de fuerza que produjeron dicho empate[5]. Sin embargo, desde la forma misma que comienza su exposición, el texto parece enumerar factores y elementos que luego serán puestos por el autor en relación totalmente externa como una simple afirmación, sin ninguna explicación de donde surgiría la potencia de que esa relación exista como tal. Por tanto, me parece, abandona más o menos inmediatamente, la explicación de la unidad de las determinaciones económicas y las formas políticas que quiere desarrollar. Veamos más en detalle este punto.
La forma misma como empieza el texto, con definiciones de conceptos, poniéndolos en relación con la realidad, oscurece la posibilidad explicativa al no exponerla en su propio movimiento de necesidad[6]. O´Donnell, de esta forma, define de entrada que es la burguesía doméstica, burguesía urbana y burguesía local. No las explica, afirma solo su definición. En estas definiciones están explícitos, de manera acrítica, una serie de conceptos, como “nacional” y “dependencia”, que el autor parece dar como verdaderos por su propia enunciación.
A pesar de estas formas, empieza su desarrollo poniendo énfasis en que el mismo proceso de acumulación de capital en la Argentina no puede entenderse sin comprender cuál es la razón de la Argentina ser lo que es. Lo que a simple vista parece un problema válido como tal. Avanza con una descripción de la incorporación originaria de la Argentina al mercado mundial pareciendo que su exposición desarrolla una explicación interna del por qué de la Argentina. Me parece hasta lícito, y bien planteado por O´Donnell, algo que está ausente en casi todas las explicaciones de la Argentina hoy en día. Esto es: partir de cierta necesidad del proceso mundial de acumulación y explicar la Argentina como manifestación particular de ese mismo proceso. Sin embargo, cuando parece que avanza sobre este desarrollo de manera sintética, las formas políticas se definen simplemente como engarces[7]. ¿Qué es un engarce? No queda claro. Lo que sí queda claro, es que empieza así no una explicación, sino un poner en relación totalmente exterior dos cosas. Las particularidades se enuncian sin desarrollarlas, solo engarzan con la política. Por ejemplo, esta afirmada la posible existencia de renta diferencial de la tierra que la Argentina apropiaría debido a las condiciones particulares de la producción agropecuaria proveedora de mercancías para el mercado mundial. También está señalada la relativa indeferenciación de la fuerza de trabajo en la Argentina comparada con otros países de América Latina, pero solo puesta como una cita de autoridad. Otros autores, economistas en su mayoría, ya habrían tratado el tema. La explicación que da O´Donnell no surge de la propia descripción que empezó a desarrollar en el propio texto, ni de esas mismas condiciones particulares de la Argentina.
Así, mediante engarces, la explicación de las formas políticas se separan como factores diferenciados tomando vida propia. No flotan en el aire, para O´Donnell, se encadenan.
Enumera como factor económico la emergencia de un sector popular de enorme peso con fuerte participación de la clase obrera[8]. También la particularidad de que los principales productos de exportación son consumidos por este sector, y que , por tanto, por un lado esta la acción supuestamente exógena de las fluctuaciones del mercado mundial y, por otro lado, la acción individual de inversores. También señala el aumento de la productividad pampeana: así no esta explicitado el objetivo principal que el texto pretendía dar respuesta: ¿De donde brota esta abstracta voluntad de realizar estas políticas?. Para O´Donnell este curso tropieza[9] con supuestas “complicaciones políticas”[10].
La superposición de exportables-alimentos-bienes-salarios habría compuesto un mapa de cambiantes alianzas que originan los ciclos, que —según O´Donnell— son tanto políticos como económicos.
Esta explicación parece dejar explícito que el empate no se entiende sin el supuesto desarrollo de la formación y cambios de las alianzas que pusieron en movimientos dichos ciclos. Parecería decir que las formas económicas importan, pero están las formas políticas que ponen en la Argentina movimiento. Y, por otro lado, para él están las explicaciones que solo mencionan el bloqueo mutuo, o las que solo explican desde el factor económico[11]. Así este desarrollo solo parecería superar lo que las otras explicaciones presentan como un “flotar por encima de toda determinación estructural”[12]. Sin embargo, una vez más, termina siendo una mera afirmación formal que posteriormente ese contradice.
La forma en la cual O´Donnell intenta enfrentar las determinaciones económicas es el apelo a las estadísticas, a lo cuantitativo. Así, desarrolla ciertas supuestas determinaciones estructurales, como el estrangulamiento de la balanza de pagos, del escaso avance en la productividad, intenta medir la inestabilidad de precios de cereales y carnes[13]. Los períodos de bajos precios internos de los alimentos y de tasa de cambio implicarían mayor tasa de crecimiento, pero llevarían a una crisis de balanza de pagos, desencadenando una crisis que habría abierto paso a fuertes devaluaciones. Estas devaluaciones serían llevadas adelante por “programas de estabilización” que consolidarían la transferencia de ingresos al sector exportador. Una vez señalados todos estos mecanismos, y cuando parecería imponerse el desarrollo de los mismos como expresión de qué es lo que son, el autor enuncia que todo lo dicho no era económicamente inexorable y que por tanto solo las alianzas políticas pueden explicar este movimiento.
Las idas y vueltas del sector popular, y su alianza con la burguesía urbana, en contraposición a la burguesía pampeana e internacional, parecerían marcar el ritmo de este "péndulo". La alianza que llega al poder en el ´73 no tiene más razón de ser, para el autor, que el apoyo del sector popular más allá de cualquier límite. En "Estado y alianzas..." se mencionan los ciclos como espirales cada vez más violentos, haciendo que el capitalismo argentino “gire mordiéndose su propia cola”[14].
Al llegar a este punto me pregunto: ¿dónde quedó el desarrollo de esta determinación estructural proclamada? ¿Cuánto ha dejado este desarrollo la crítica a los que plantean la política flotando en el aire? No parece que el péndulo de la gran burguesía[15], en sus dificultades de subordinar a la sociedad civil, tenga diferencias significativas con las explicaciones donde se parte de las formas políticas e ideológicas y se las asocia, relaciona, con condiciones técnicas no muy explicitadas del proceso material de producción que rige de manera específica en la Argentina[16]. La política de esta supuesta gran burguesía, así como de los supuestos “sectores populares”, no surge como personificación de potencias del modo de producción capitalista de manera general, ni de la forma particular que toma en nuestro país. Este desdibujar el eje de las formas políticas, el permanente enfrentamiento de la clase obrera y la clase capitalista, la eludida por O´Donnell lucha de clases, es ocultar bajo un "engarce" una política. Este vaivén de políticas, sin lucha de clases, no queda expresado como la forma de reproducir las especiales características de este productor para el mercado mundial de mercancías que revisten unas características particulares de producción. Sino de una mera relación de exterioridad, del engarce, la cadena, entre los movimientos de “la política” y “la economía”.[17]
Bibliografía
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Respuela, Sofía “¿Democracia delegativa? Apuntes críticos al concepto de Guillermo O’Donnell Revista Sociedad, de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) en: http://www.politica.com.ar/Filosofia_politica/Nuevos%20Filopol/respuela_deleagtiva.html
[1] Este texto es parte del trabajo presentado en las I Jornadas de Ciencia Política. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad del Salvador (USAL). 13 y 14 de Octubre de 2007, en el marco del 8° Congreso Nacional de Ciencia Política. “¿Hacia dónde va la Argentina?”
[2] O´Donnell, Guillermo, “Estado y alianzas en la Argentina, 1956-1976”. En Revista Desarrollo Económico Nº 64 Vol. 16 enero-marzo 1977, pág. 523 a 554. También en: http://201.231.178.100/Publicaciones/Doc_t/Doc_t05.pdf
[3] Aunque el texto en cuestión fue escrito a mediados de 1976 en plena instauración del sangriento proceso militar, una discusión que avanza en un declamado diálogo entre las variables sociopolíticas y las económicas de mucho interés para esta discusión, se presentó tres años antes en la misma revista. Ahí se plantea la interrelación, integrar, vincular, estas denominadas variables. En O'Donnell, Guillermo, (1973) “Comentario a la nota de M. Brodersohn”. En Revista Desarrollo Económico Nº 51 Vol. 13, octubre-diciembre 1973. pág. 608.
[4] Brodersohn, Mario S. (1973) “Sobre "Modernización y autoritarismo" y el estancamiento inflacionario argentino” Comentario pág. 606 a 612. Y O'Donnell, Guillermo, (1973) “Comentario a la nota de M. Brodersohn”. pág. 591 a 605. Ambos en Revista Desarrollo Económico Nº 51 Vol. 13, octubre-diciembre 1973.
[5] Ver O´Donnell, Guillermo, “Estado y alianzas en …” pág 524 fin de nota 2.
[6] Un límite similar encontre en el otro famoso texto de O´Donnell, “Estado burocrático autoritario. Triunfos, derrotas y crisis.” Ahí el Estado es presentado como el representante del capital social de cada espacio nacional, y como garante de las relaciones de producción capitalista “en sentido que tiende a articular y acolchonar” (ver pág 15). Como expresión de esto identifica con claridad la garantía que el Estado brinda en la reproducción de las clases dominantes. Pero su desarrollo avanza más allá de esto, y descubre que la objetivación en la conciencia del Estado como un tercero independiente, imposibilitando ver que detrás de ella se encuentran las relaciones antagónicas de la producción capitalista. Aunque su desarrollo de este punto parecería avanzar sobre la necesidad del objeto al cual se enfrenta, la misma forma de presentar primero “los conceptos” y después volver a ellos en el despliegue histórico posterior, impide enfrentarse al verdadero contenido que primero fue puesto como concepto. Pero lo más interesante de este desarrollo se encuentra en su descubrimiento de la consciencia enajenada como la forma que toma el proceso material de producción. En varias partes del texto se incluye este descubrimiento aunque por momentos los actores son totalmente conscientes y es su voluntad la que rige el movimiento, para después los “actores ignoraron y descubrieron demasiado tarde que traicionaban a los sectores sociales que decían representar” (ver pág. 479)
[7] Recordemos la primera acepción de la definición de la Real Academia Española de engarzar “Trabar algo con otra u otras cosas, formando cadena. U. t. en sent. fig.”. Como esa es la relación en cadena que O´Donnell estaría definiendo, me parece que no está explicitado en este texto.
[8] No queda claro en el texto que diferencia uno de otro.
[9] El tropezar es chocarse con un objeto exterior. No algo propio que se desarrolla. La explicación muestra en el mismo uso del lenguaje el abandono de una unidad interna explicativa de las determinaciones económicas y las formas políticas.
[10] Idem pág. 532.
[11] Es justamente Albert Hirschman quien interpreta este texto de manera diferente al presente trabajo, en su texto “De la Economía a la política y más allá” donde plantea “parece problemático el intento de O´Donnell de explicar los acontecimientos políticos basándose en fenómenos económicos. …los factores puramente políticos han contribuido”. “Sin embargo la búsqueda de un desarrollo económico demuestra que la existencia de una conexión sistemática en el curso de esta búsqueda entre, por una parte, sus éxitos y fracasos, y por la otra, una tendencia política predominante, tiene un atractivo intelectual inherente”. Pág. 141. En estos textos Hirschman parece encarar el problema planteado en los textos de O´Donnell como un problema de conciencia “de los diversos grupos políticos y económicos” pág. 143
[12] Idem. Pág. 533.
[13] Estas estadísticas están expresadas por O´Donnell en precios internos, y no en la expresión de los precios de estas mercancías en el mercado mundial. En el trabajo presentado originariamente expuse estadísticas propias que no me ponían delante del problema cualitativo que tenía que responder: ¿Qué es la Arengentina?
[14] Idem pág. 551
[15] Idem pág. 551
[16] Aunque formaría parte de otro trabajo, entendemos que el desarrollo del pensamiento de O´Donnell no debe ser tomado en unidad monolítica. Recientemente ha explicitado su base en el pensamiento cepalino y dependentista, y que de los que se trata es de ser intelectuales molestos a través de la lucha de ideas. (ver O´Donnell, Guillermo “Ciencias sociales en América Latina. Mirando hacia el pasado y atisbando el futuro”. Revista Debate Político. Número 1. Pág. 123. 2004) Este ser molesto en la lucha entre interpretaciones, nos parece que lejos esta de este reconocimiento que señalamos arriba de avanzar en el conocimiento del proceso de trabajo que determina la conciencia, y por tanto las formas políticas que toma el estado como representante del capital social.
[17] Esta crítica carece de originalidad en su base. Intenta apropiarse de desarrollos originariamente ya expuestos en los textos de Juan Iñigo Carrera. Su explicación de la Argentina, entiendo, es la excepción a las criticas planteadas aquí al texto de Guillermo O´Donnell. Ver: http://www.cicpint.org/
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