Podemos: golpeando las puertas del cielo
http://www.globalpolitik.org/nota.asp?id=1050&s=4&ss=4
Por Diego Cano
Los resultados de las elecciones
españolas para los ayuntamientos y comunidades de este fin de semana dan y
darán mucho de qué hablar por las diversas expectativas que generan. Como era
de esperar muchos análisis se concentran sobre el fenómeno que representa Podemos,
y los cambios que su irrupción ha introducido en las relaciones de fuerza en
las comunidades.
La
historia de este movimiento y el contexto que permite comprender estos
resultados están marcados por el derrotero que ha llevado la economía española
cuesta abajo desde el estallido de la crisis mundial de 2008. Deterioro de los
indicadores macroeconómicos, estallido de la burbuja inmobiliara, crisis
bancaria en 2010 y sus expresiones sociales, especialmente el aumento del
desempleo, fueron alimentando un descontento que desembocó en lo que algunos
quieren ver como la crisis del bipartidismo. Los hechos de corrupción que
involucran a gobiernos locales, y algunos al gobierno nacional, han exacerbado
esta crisis, afectando fundamentalmente al Partido Popular. Frente a esta
situación, Podemos se ha presentado como una alternativa de cambio,
referenciando su propuesta en los gobiernos orientados a la izquierda de América Latina.
Sin
embargo, lo que expresan los resultados del domingo no es un cambio político
claro y rupturista, sino un escenario complejo sin claras mayorías. A pesar del
retroceso, el PP sigue siendo el partido más votado en la mayoría de los
distritos, pero la pérdida de su capacidad para formar gobierno permite que
alianzas entre Podemos, el PSOE y, en algunas comunas Izquierda Unida,
desplacen a aquel del poder en varios ayuntamientos y comunas. En algunos casos
esto pondría fin a gobiernos consecutivos de la derecha por 20 años.
De
cara a las elecciones generales de noviembre, el partido liderado por Pablo
Iglesias ha hecho eje de su discurso la posibilidad de llegar a una gran parte
del electorado con la expectativa de disputar el poder de manera más directa.
La
pregunta que queda abierta es ¿Qué pasará con la situación económica si Podemos
realiza esas expectativas en noviembre?
La
derecha española, y los medios de comunicación vinculados a ella, han salido a
demonizar a Podemos como la izquierda radical, agitando el fantasma del
comunismo. La realidad dista mucho de eso. Evidentemente, su ligazón con la
teoría populista de Laclau, cierta cercanía del ex líder de Podemos Juan Carlos
Monedero con el gobierno de Venezuela, y la referencia de Pablo Iglesias a
Bolivia, Ecuador y Venezuela, pueden generar algún temor en ciertos sectores
frente a la posibilidad de cambios drásticos en la economía. Sin embargo,
analizando las propuestas de los elegidos en Madrid y Barcelona se percibe más
un aire progresista y de transparencia en la gestión que un espíritu socialista
embarcado en cambio radical del rol estatal en el sentido de una mayor
injerencia sobre las empresas.
Pero
no sólo las propuestas concretas de Podemos, ante la posibilidad real de
acceder al gobierno, son menos radicales de lo que algunos supondrían, sino que
la fragmentación existente supone que tendrán que pactar con otras agrupaciones
para poder concretar ese acceso, y luego deberán seguir acordando para
implementar sus proyectos. Esto, sin dudas, disminuye la posibilidad de
radicalización de las propuestas.
Pero
la obligación de negociar y, en cierta manera pedir permiso para impulsar el
cambio que se proclama, no es simplemente una condición externa impuesta a un bloque
monolítico de voluntad revolucionaria, sino que deberá articularse con la
principal contradicción de Podemos que
se refleja en su misma organización interna. Como bien ha señalado José Ignacio
Torreblanca en su libro Asaltar los cielos, Podemos lleva en su seno una
contradicción entre una maquinaria política pensada para ganar elecciones
recurriendo a técnicas de marketing y uso de redes sociales y un conglomerado de grupos vinculados a los
movimientos sociales con raíces en el movimiento de los indignados.
Podemos
esta ahora a las puertas del gobierno, al menos en algunos distritos, y empieza
a parecer que, tal vez, la idea de tomar el cielo por asalto era un poco
excesiva. Tendrá ahora que mostrar que puede resolver sus contradicciones,
obligado a negociar en varios frentes. Está por verse si Podemos está en
condiciones de constituirse en un
partido de izquierda con un proyecto emancipatorio, o si será un nuevo PSOE con
un compromiso de mayor transparencia.
Para seguir leyendo
sobre Podemos:
Iglesias, Pablo. Disputar
la democracia. Política para tiempos de crisis. Akal. 2014
Gil, Ivan; Iglesias, Pablo. Biografía política urgente. Barcelona 2015.
Rivero, Jacobo Podemos.
La fuerza política que está cambiando España. Pablo Iglesias en dialogo con
Jacobo Rivero. Capital Intelectual. 2014.
Timermans, Asís. ¿Podemos?
Última línea. 2014.
Torreblanca, Jose
Ignacio. Asaltar los cielos: Podemos o la
política después de la crisis. Debate Barcelona 2015.
Albaertos, José Fernández. Los votantes de Podemos: del partido de los indignados al partido de
los excluidos. Catarata. 2015.
Politikon. Podemos: la
cuadratura del círculo. Debate. 2015.
Rivero, Jacobo. Podemos.
Objetivo: asaltar los cielos. Planeta. 2015
Raúl Zelik prepara un libro para octubre sobre Podemos.
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