sábado, 14 de agosto de 2010

El Partido Comunista Argentino y Regis Debray en 1967: ¿No puede haber una revolución en la revolución?

En el año 1967 el Che inicia acciones y es asesinado en Bolivia. La iniciación de la operación data de fines de noviembre del año anterior, y el 23 de marzo se hará pública su presencia. Aunque aparentemente en Argentina después del E.G.P. nada pasa en relación a la estrategia impulsada por el Che, eso solo es en la superficie.

Mirando solo las publicaciones partidarias lo que se ve es un reverdecer de estas publicaciones que ponen en cuestión o argumentan a favor de la lucha armada como método de lucha.

Un texto que potencia fuertemente este debate es el ¿Revolución en la revolución? de Regis Debray. Este trabajo aparentemente habría sido indicado para ser realizado a pedido del gobierno cubano teniendo presente el inmediato comienzo de las acciones guerrilleras en el sudeste boliviano. El objetivo: difundir y cuajar los apoyos requeridos para esa acción. El texto, efectivamente, fue muy difundido y leído por quienes apoyaban la lucha armada o participaban directamente en ella. Varios testimonios recogidos de personas vinculadas directamente a ests proyecto, tanto Humberto Vázquez Viaña en Bolivia, como Tuti Gadano y Alfredo Moles en Argentina, afirman que el texto era ampliamente difundido y entregado por los propios cubanos para que se discuta y circularice. Vázquez Viaña fue participante de la red urbana del ELN de Bolivia en 1967, y la red imprimió y logro difundir en algunas minas de Bolivia el texto. Tuti afirmó que el texto era distribuido entre los latinoamericanos que estaban en Cuba entrenando militarmente.

Este texto generó, inmediatamente, mucha polémica, y durante los próximos dos años iría a ser eje de discusión en torno a la lucha armada como método de lucha. Existió un debate posterior más amplio a nivel internacional iniciado en la Monthly Review del número especial de Julio-Agosto de 1968 volumen 20, número 3, cuyo título era Regis Debray and Latin América Revolution el cual no excluía artículos críticos. Llama la atención el texto de los dos cubanos Torres y Aronde criticando la lectura de Debray sobre la revolución cubana, ya que ellos habrían sido inicialmente quienes impulsaron el texto.

Sin embargo, el primer cuestionamiento desarrollado surge en mayo de 1967 de las entrañas del Partido Comunista Argentino (PCA) contrario a los intereses cubanos de impulsar movimientos guerrilleros pero sin romper con la Isla. Rodolfo Ghioldi —quien dirige el diario partidario Nuestra Palabra[1]—, y , según declaran las palabras previas, redactó el trabajo para presentarlo en la 7ª conferencia Nacional Partidaria. Los argumentos principales de este texto, y las posibles conclusiones de la posición del partido frente a esas acciones son:

1) Concepción política "erronea" del foquismo". Se plantea que el objetivo del trabajo es combatir posiciones “erróneas y nocivas” para el movimiento revolucionario.

2) Anti-leninismo y descalificación de Debray:... “el aventurerismo de los grupos que se sitúan fuera del socialismo científico, se habla de revisar a Marx, Engels y Lenin…se rechaza la oposición de principio a todo matiz de ideología burguesa, se exalta el practicismo, se alimenta la ilusión pequeño burguesa de un “socialismo nacional” y se levanta la noción de que las leyes fundamentales de la revolución de octubre han envejecido, dado la importancia de dicha revolución se limitaría a las condiciones nacionales específicas de Rusia. A la luz de esto es útil analizar el texto de Debray. En él se asume una posición anti-leninista al minimizar en general la teoría, al menospreciar la concepción de los marxistas-leninistas sobre la revolución, al negar el papel del Partido como vanguardia revolucionaria del proletariado y como dirigente de ala revolución, situando en su lugar al estudiantado y al campesinado, al mofarse de la aportación teórica sobre “democracia nacional”.

3) Prescindencia del Partido. Según Ghioldi: “propone un único común camino revolucionario válido para todos los países, con la sola excepción de Uruguay”; y “ el foco guerrillero sin atender a ninguna exigencia de orden extra-guerrillero y prescindiendo por entero de la existencia y papel del Partido, de la organización del movimiento de masas, de la organización independiente de la clase obrera, de la formación sindical, de la ideología y tampoco del examen concreto de la correlación de fuerzas, de tal manera que en cualquier punto y a cualquier hora puede y debe proceder ser al curso indicado”.

4) El militarismo: “De ellos se desprende una interpretación militarista de la revolución, en el sentido de que se desprecia el movimiento de masas” …”Luego de fundamentar la sumisión de la estrategia a la táctica y de reprochar a los dirigentes políticos el hecho de que rehúsen “escoger una forma de lucha como fundamental y otra como subordinada”, desemboca en la única solución recomendable, la de la lucha armada mediante la implantación del foco guerrillero”.

5) Por la paz y el socialismo. Ghioldi para oponer a estos argumentos cita la conferencia de partidos comunistas de 1960 donde entre otras cosas se afirma: “la revolución socialista por vía pacífica”, “las políticas de acuerdos con otros partidos” “los frentes”, “contra el gran capital monopolista”, “por profunda reformas sociales, por la paz y el socialismo”.

Estos puntos son lo que típicamente todos los grupos enfrentados contra el PCA le achacan, el pacifismo, la alianza de frente con la burguesía nacional justificada por el combate conjunto a gran capital, y la gradualidad del proceso.

6) Por último, burla del movimiento de masas:..“especificidades de la excepcionalidad latinoamericana serían las raíces de la subestimación del papel del proletariado, del menosprecio por la alianza obrero-campesina del desdén por el movimiento de masas, de la altanería frente al marxismo-leninismo; en la misma medida se acentúa la interpretación mesiánica y caudillesca, gracias a la cual la estructura leninista de la dirección colectiva y del centralismo democrático son hipotecadas a favor de un jefe inspirado” , por lo que ¿Revolución en la revolución? se subraya “la innecesidad de un partido de vanguardia, de una teoría de vanguardia y de una hegemonía del proletariado, esto es, exactamente lo contrario de lo que fundamente el ¿Qué hacer?” (299 y por tanto “se burla del movimiento de masas y de la lucha por la conquista de las masas al pensamiento del marxismo-leninismo”.

Estas críticas de Ghioldi serán repetidas innumerables veces, y desde diferentes lugares hacia las acciones guerrilleras. La crítica más sólida hacia esta postura del PCA no es la veracidad de los argumentos, sino la posición política que sostienen. Evidentemente la estrategia guerrillera va encontra de los intereses del partido, que consolidado en la vida política Agentina, ve esta postura como cuestionadora de sus planteos. La actitud más enérgica y definitoria de la acción armada venía desgajando a la juventud del PCA. De ahí que el partido, a su vez, hiciera inmensos esfuerzos por contener y recortar la sangría. No ajena era esta política a los intereses sovieticos en la región, del cual el PCA era, como mínimo, importante apoyo local. Este texto de Ghioldi intenta cuidarse de criticar directamente a Ernesto Guevara, pero es evidente que la crítica última es hacia él. Aunque en mayo de 1967 todavía no estaba confirmada su presencia en Bolivia, si se rumoreaba de ella. Además de saberse de manera plena que este tipo de acciones eran directamente impuladas por el Che. Y además, ¿el PCA no tenía informantes que pudieran haberles confirmado de la presencia del Che en Bolivia comandando estas acciones? Entonces, ¿porque esta crítica furibunda contra el foquismo?

Desde el plano del planteo "teórico" que sustenta esta posición, este trabajo de Ghioldi —como se señaló— sustenta que el partido tiene que luchar por el pensamiento. Las condiciones subjetivas no están maduras. ¿En qué diferencia del afirma de que sí la están? ¿No es solo una diferencia de grado? Si la política y el que hacer se sustentan en el afirmar en qué grado están esas condiciones, y por tanto después se afirma que es la luchar armada o el partido de vanguardia que por la conquista del pensamiento dela masas ¿De dónde le brota la capacidad de uno o de otro de alcanzar ese objetivo? De la sola tenacidad del esfuerzo? Efectivamente en la concepción de la guerrilla aparece el llamado elemento objetivo como prestando ninguna importancia. Y en el caso de Ghioldi, es solo la afirmación de una situación sin inclusive demostrar su verdad, para después afirmar lo que hay que hacer. ¿Dónde está esa conciencia brotando de su existencia? Desde esta critica esta no aparece, esta ausente ya que desde el vamos se separa lo que uno es de las determinaciones que ella encierra. No muestra a esta subjetividad como la forma de la acumulación en su desarrollo particular expresando el desarrollo o retroceso de las fuerzas productivas de la sociedad mostrando así a esa subjetividad, a esa conciencia individual o colectiva expresando la necesidad que ese momento particular de la acumulación de capital le exige. Ese avance en pleno conocimiento de esas determinaciones, hace de esa acción, una acción más potente de expresión de esa necesidad colectiva que dice querer expresar.

[1] R. Ghioldi “Desde 1953 hasta 1973, tanto en la legalidad como en la clandestinidad, dirigió Nuestra Palabra”(Tarcus, 2007, 254)

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